Cronología de un crimen perfecto: así actuó y huyó el asesino del Poblenou en Barcelona
Los Mossos d'Esquadra buscan al autor de los hechos, que actuó con gran ensañamiento contra su víctima en un piso 'okupado'
21 agosto, 2023 23:30Noticias relacionadas
El pasado 15 de agosto asesinaron a un hombre en un piso del Poblenou en Barcelona. Ahora, los Mossos d'Esquadra tienen una investigación abierta para encontrar al autor de los hechos. Según ha podido saber Metrópoli, está siendo un caso "muy complicado", ya que el homicida actuó con mucha destreza tras la brutal carnicería.
El suceso tuvo lugar en la calle de Marià Aguiló y el crimen pasó completamente desapercibido en el barrio. Muchos comerciantes estaban de vacaciones y no se enteraron de la trágica noticia. No obstante, los vecinos del bloque del crimen vivieron una auténtica "noche de terror" y, en conversación con este medio, aseguran que "no olvidarán nunca" lo que vieron el pasado martes de madrugada.
UN PISO OKUPADO POR CUATRO COLOMBIANOS
Carlos y Martín --nombres inventados para preservar su anonimato-- viven en el mismo edificio y han relatado a este medio todo lo que vieron y cómo se sintieron. "Esta vivienda hace dos años que está okupada por cuatro chicos colombianos. Son muy jóvenes, no tienen más de 30 años", asegura uno de los hombres. "Aparentan mucho menos, ya que tienen las facciones aniñadas y son de estatura pequeña", añade.
A pesar de ser un piso okupado, nunca habían tenido ningún problema con los allanadores, siempre se mostraban respetuosos y amables con el resto de la comunidad. Ellos mismos han podido comprobar que el inmueble estaba impecable, algo que les impactó, ya que no es lo que se suele esperar de los pisos okupados. Este escenario de paz y armonía dio un giro de 180 grados hace poco más de dos meses.
UN FOCO DE CONFLICTOS EN EL POBLENOU
"El banco ofreció dinero a los okupas a cambio de que abandonaran la vivienda, pero ellos se negaron. A partir de entonces, les dieron un plazo de un año para que se fueran y aprovecharon para cambiar las cerraduras de la entrada", dicen las citadas fuentes. Fue en ese momento cuando, según relatan, los residentes empezaron a observar un flujo de gente que entraba y salía constantemente. Sospechan que realquilaron las habitaciones y los problemas de incivismo no tardaron en aparecer.
Fue en ese contexto cuando comenzaron a ver al hombre de 48 años que más tarde sería asesinado. Lo describen como un varón bajito, corpulento y, a juzgar por su apariencia, de origen español. Siempre iba acompañado de uno de los okupas, concretamente el más joven de ellos, con brackets y un aspecto bastante infantil, algo que ha dado pie a muchas especulaciones.
UN FLUJO CONSTANTE DE GENTE
Escuchar la música a todo volumen se volvió habitual. Esto también lo confirman otras fuentes vecinales de la misma calle, que aseguran que era común ver a hombres y mujeres latinos entrando y saliendo del edificio. Los residentes de la calle de Marià Aguiló ya se habían acostumbrado a este clima, pero jamás imaginaron lo que pasaría la noche del lunes al martes 15 de agosto.
Como era habitual, los okupas empezaron a poner la música alta. Por causas que aún se desconocen, se inició una discusión. Al principio, parecía el típico altercado entre borrachos, así que los vecinos no le dieron más importancia. Entradas las 00:00 horas todo cambió: los gritos y los golpes cada vez iban a más. Los residentes estaban completamente aterrados, sin saber cómo actuar. Tal como explica Carlos, fueron los mismos okupas los que avisaron a los Mossos d'Esquadra de la brutal pelea que había en el edificio, pero cuando llegaron ya era demasiado tarde. La segunda planta parecía una carnicería.
LOS OKUPAS AVISAN A LA POLICÍA
Según explica este hombre, los dos okupas se sentaron en un banco delante del edificio y, cuando llegaron los agentes, los jóvenes estaban muy alterados. "Los policías les decían que no se preocuparan, que habían hecho bien en llamar y que a ellos no les iba a pasar nada", reitera. Estas dos personas recientemente han vuelto al edificio para hacer la reconstrucción de los hechos, pero nada tienen que ver con el macabro crimen.
Algo que sorprende a los vecinos del Poblenou es la frialdad con la que actuó el asesino. Tal como se puede ver en las imágenes, a las que ha tenido acceso Metrópoli, las paredes de la entrada están llenas de sangre. Algo que sorprende a Carlos y a Martín es que no hay ni rastro de manchas en las zonas comunes del edificio, a pesar de que huyó por ahí tras asesinar a cuchilladas al hombre de 48 años.
EL ASESINO HUYE SIN DEJAR RASTRO
Esto, a ojos de los residentes, solo tiene una explicación: el autor de los hechos se duchó, se cambió de ropa y zapatos para posteriormente huir sin dejar ningún tipo de rastro. Tras el crimen, los agentes hicieron la prueba del Blue Star para buscar restos de sangre no tan visibles en las escaleras del edificio. Pensaban que podrían encontrar manchas de las pisadas del autor tras su huida, pero no hallaron ni una gota de sangre, al menos el día del asesinato.
Tampoco vieron el arma del crimen, que es un cuchillo. Según explica Carlos, los investigadores hablaron con los vecinos para preguntarles si podían comprobar sus terrazas para ver si el asesino se había deshecho del arma blanca lanzándola en la vivienda de los residentes del bloque. Pero ni rastro de ella. Sin huellas ni arma, la investigación se complica.
MUCHAS PREGUNTAS Y POCAS RESPUESTAS
El caso sigue abierto y los Mossos d'Esquadra no pueden dar más detalles hasta la fecha. Los vecinos de la calle de Marià Aguiló aún no dan crédito al trágico suceso, tienen muchas preguntas y pocas respuestas, pero confían en que "se haga justicia" y consigan detener al autor o autores de los hechos.