El polémico tanatorio en medio de la trama urbana de Sants verá la luz. La comisión de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad ha avalado este martes la construcción del equipamiento en el antiguo Happy Parc de la calle de los Comtes de Bell-Lloch, un edificio catalogado.

El proyecto ha recibido el voto favorable del gobierno de Ada Colau, formado por Barcelona en Comú y PSC, y Barcelona pel Canvi, el partido que lidera Manuel Valls. Según la teniente de alcaldía de Urbanismo, Janet Sanz, la propuesta cumple con todos los requisitos legales. La regidora ha explicado que el consistorio ha intentado que la finca tuviera otro uso, pero dice que es de titularidad privada.

PROTESTA VECINAL

La construcción se ejecutará con una fuerte oposición vecinal. Hace una semana, los vecinos se concentraron de nuevo frente al viejo Happy Parc, ahora un inmueble vacío, para protestar contra la puesta en marcha de la funeraria. Los residentes denuncian, entre otros aspectos, que el equipamiento alterará las dinámicas vecinales del barrio y provocará importantes problemas de movilidad. Este miércoles, 15 de julio, se volverán a manifestar. 

Detrás de este proyecto está la funeraria San Ricardo, poco conocida entre los grandes operadores de la ciudad, como Mémora y Áltima. La remodelación ha necesitado de un Plan Especial Urbanístico Integral para recibir el aval municipal. Contará con cuatro velatorios y una sala de ceremonias, pero la reforma no contempla un aparcamiento, pero si la obligación de restaurar el edificio.

La apertura de este tanatorio en Sants coincide con la intención de abrir otro en el barrio de La Bonanova, que también ha despertado una fuerte oposición vecinal, y otro en el barrio de Porta, en Nou Barris, en este caso de la mano de Áltima

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