Pequeña victoria contra el polémico tanatorio que tiene luz verde para instalarse en el barrio de Sants. Tras una reunión que tuvo lugar este martes 22 de diciembre, la plataforma vecinal Stop Tanatori Sants ha alcanzado un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona para que el futuro del solar contiguo al espacio donde se ubicará la funeraria se decida mediante un proceso participativo. Además, también han acordado mantener reuniones con regularidad. Pero el vecindario no se conforma con ello, y está dispuesto a seguir luchando para que no se construya el tanatorio.
CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
La plataforma tiene claro que seguirá adelante con el contencioso administrativo que pretende interponer al consistorio y a la funeraria de cara a enero. De hecho, en tan solo dos semanas y mediante una campaña de micromecenazgo, ha recaudado 3.000 de los 10.000 euros que pretende conseguir para sufragar los costes de abogados que comportará llevar a estos entes a juicio. "La respuesta de crowdfunding ha sido realmente buena y estamos muy contentos porque es una época difícil para todo el mundo y continuamos recibiendo donaciones cada día", asegura a Metrópoli Abierta Félix Navarro, un joven de 20 años que forma parte de Stop Tanatori Sants.
CONTEXTO
Hasta noviembre del 2019, el número 76-78 de la calle dels Comtes de Bell-lloc (Sants) albergaba el chiquipark más antiguo de Barcelona; el Happy Parc, abierto en 1994. Quién hubiera dicho que el futuro que aguardaba a esta antigua fábrica (Fábrica Germans Climent) catalogada como Bien Cultural de Interés Local era convertirse en un tanatorio. A principios de noviembre de este año, el Ayuntamiento de Barcelona publicó la aprobación definitiva del plan urbanístico que permite la construcción de un tanatorio en este espacio próximo a la estación de Sants, que actualmente permanece inutilizado.
“Me da igual lo que se haga en este espacio, pero que se haga algo y no esté parado como ahora. Aunque puestos a elegir preferiría que no fuera un tanatorio”, comenta a este medio el propietario de Asador de Lugo, que se encuentra frente al edificio.
El consistorio tomó la decisión de tirar adelante el proyecto haciendo caso omiso al enorme rechazo mostrado por los vecinos de la zona, que agrupados en la plataforma Stop Tanatori Sants, habían presentado alegaciones y se habían manifestado para impedirlo en varias ocasiones. Basta pasar por la calle Puiggarí, adyacente al emplazamiento, para ver la fuerte oposición vecinal, si más no, en aquellas vías más cercanas al edificio. Los balcones están llenos de pancartas en contra del tanatorio, que de llevarse a cabo, quedaría a menos de siete metros de estos.
IRONÍAS DEL CONSISTORIO
“Alguna vez hemos recibido alguna respuesta por parte de las autoridades diciéndonos que vivíamos de espaldas a la muerte, juzgad vosotros si estamos o no de espaldas a la muerte”, explica a este medio Josep María Martínez, un vecino que forma parte de Stop Tanatori Sants y habita en los edificios que quedan de cara al futuro tanatorio.
Pero las ironías de la administración no acaban ahí. “Janet Sanz se llenó la boca de los beneficios de los llamados ‘caminos escolares’ ideados para que los niños vayan a la escuela por entornos seguros y saludables. El lema del programa es ‘caminos escolares llenos de vida’, y resulta que todas las criaturas que van hacia el colegio, probablemente tendrán que pasar cada día por delante del tanatorio”, explica la pareja de Josep, Josefina Cereza, que también es miembro de la plataforma vecinal. El entorno próximo al futuro tanatorio alberga varios centros educativos, y de hecho, ese es uno de los motivos por los que el vecindario rechaza el proyecto.
MOVILIDAD
Otro de ellos tiene que ver con las complicaciones que creen que comportará a nivel de movilidad. Las calles de la zona son estrechas, y según los vecinos, ya cuentan con bastante tráfico. Por ello, consideran que las comitivas fúnebres aumentarán la saturación de las vías y dificultarán encontrar aparcamiento, dada la falta de una zona de parking propia.
ENTORNO
Pero uno de los aspectos que más indigna a las personas que viven en la zona, guarda relación con una reivindicación histórica. El entorno del edificio donde iría la funeraria es de titularidad municipal, y está cualificado como ‘Parques y Jardines Urbanos’, pero nunca ha llegado a ser un espacio verde. Desde hace un tiempo, el espacio se utiliza para celebrar la Fiesta Mayor del barrio, y también es utilizado por los Castellers de Sants, que realizan parte de su actividad en una nave que forma parte del conjunto arquitectónico de la antigua fábrica. Pero de hecho, este lugar no es más que un aparcamiento de motos infrautilizado y una plaza que hasta hace bien poco presentaba un aspecto bastante dejado.
Ahora, la promotora de la propuesta, la Funeraria Ricardo SL, se ha comprometido a urbanizar la zona verde que según el plan urbanístico aprobado deberá ser abierto y accesible a toda la ciudadanía. Pero los vecinos no confían demasiado en ello. Muchos son de la opinión de que si se hace de acuerdo a los planos que ha presentado la empresa, se convertirá en su jardín privado, algo que consideran intolerable. “Si desde hace 40 años venimos reclamando que según el Plan General Metropolitano de Ordenación Urbana esto son parques y jardines, deberían serlo. Pero tendrían que ser los que necesitamos los vecinos, no los que necesita un tanatorio privado para realizar su actividad”, explica Martínez a este medio.
PARA EL BARRIO
Otra vecina de la calle Puiggarí, Olga Ruíz, coincide con él. “Actualmente la plaza contigua al tanatorio se ha empezado a utilizar como un espacio para que los niños jueguen, y así se convertiría en un espacio para el tanatorio. Creemos que cambiaría bastante la fisionomía de la zona, que ya de por sí está bastante tocada por la estación de Sants y es poco vivible y no muy bonita”.
Tal y como apunta Ruíz, la primera semana de diciembre Stop Tanatori realizó una acción con la intención de reivindicar la plaza como un espacio para el barrio y de uso vecinal, bautizándola como Plaça Nova. “Pintamos juegos para niños en el suelo para empezar a dar uso desde ya a esta plaza que estaba invisibilizada y hacer evidente que es incompatible con el uso del tanatorio”, señala Cereza. En ese sentido, desde la plataforma afirman que la reciente modificación del uso del suelo que permite la instalación del tanatorio es un proceso especulativo que va en detrimento del barrio.
Además de los motivos ya explicados, los contrarios a la actuación denuncian que no es respetuosa con el patrimonio arquitectónico, ya que para habilitar el edificio para su nueva función, se harán nuevas aperturas en la fachada y el techo.
INNECESARIO
Sin embargo, la razón principal a la que se aferrará la plataforma vecinal para llevar al ayuntamiento y a la funeraria a los juzgados es que la instalación mortuoria es innecesaria. “La raíz del problema no es que alguien quiera montar un tanatorio aquí, sino que alguien les haya dado permiso para ello”, lamenta Martínez. “No entendemos por qué el ayuntamiento desestima nuestras alegaciones, aprueba un plan que solo favorece el interés de dos privados (el propietario de la nave y el promotor del negocio) y en cambio ningunea el interés colectivo del barrio”, añade.
Desde que en 2017 se modificó la Ordenanza de servicios funerarios de Barcelona, que permite la entrada de nuevos operadores, han aflorado nuevos tanatorios en la ciudad. En principio la medida debía servir para rebajar el precio del mercado, pero a la práctica ha comportado que haya una sobresaturación de este tipo de equipamientos.
Martínez asegura que los últimos datos del Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat) muestran que las salas de velatorio están infrautilizadas. En consecuencia, opina que “no es necesario ni para el barrio ni para la ciudad”. En 2018, el Idescat contabilizó 15.824 defunciones de residentes en Barcelona, es decir, una media de 43 muertes por día. Según fuentes de la plataforma vecinal, por esas fechas Barcelona contaba con un total de 66 salas de velatorio, por lo que creen que "los números hablan por si solos". “Además lo que es muy fuerte es que los representantes del Ayuntamiento dicen que no les gusta el proyecto, pero se sustenta por una ordenanza suya y lo han aprobado ellos”, añade Cereza.
La habilitación del espacio fúnebre se aprobó con los votos a favor de Barcelona en Comú, PSC y Barcelona pel Canvi, la abestención de ERC, Ciutadans y PP y el voto contrario de JxCat.