La modificación de la Ordenanza de servicios funerarios de Barcelona en 2017, a petición de la síndica de greuges, Maria Assumpció Vilà, permite la entrada de nuevos operadores en el mercado. El objetivo es rebajar los precios de los sepelios en la ciudad que ahora pueden tener un precio medio entre 3.500 y 5.500 euros, según distintos estudios. El Ayuntamiento de Barcelona asegura que, por el momento, se han recibido dos peticiones de empresas para abrir nuevos tanatorios, uno en el corazón de Sants y otro en Nou Barris. En otro barrio, La Bonanova, hay otro proyecto en estudio que, sin estar confirmado, ya tiene a todo el vecindario en contra.

El proyecto que se encuentra más avanzado es el de Sants. Funeraria San Ricardo tiene previsto abrir un tanatorio en el antiguo Happy Parc de la calle de Comtes de Bell-lloc, 76-79. De hecho, el pasado día 13 de febrero, el consistorio dijo que la operadora ya cuenta con la licencia. Según las fuentes municipales consultadas, se trata de "un proceso administrativo reglado" que "cumple con la normativa vigente". Ahora se ha abierto un periodo para que se puedan presentar alegaciones.

CUATRO VELATORIOS EN SANTS

La instalación de la funeraria no ha sentado nada bien entre el vecindario de Sants, que ha iniciado una campaña en contra de la apertura. Este lunes, el Ayuntamiento había convocado a los vecinos a un acto en el centro cívico de las Cotxeres de Sants, pero el concejal del distrito, Marc Serra, no hizo acto de presencia y dejó el marrón en manos de la gerente el distrito, Sònia Frias, que se las vio y deseó, sin demasiado éxito, para calmar los ánimos. Funeraria San Ricardo plantea abrir cuatro velatorios, 1.000 metros cuadrados, en una antigua nave industrial que forma parte del catálogo patrimonial.

Recreación digital del proyecto de tanatorio de Sants, en Barcelona 



Este proyecto es el primero que se instalará en Barcelona dentro de un casco antiguo de barrio. Uno de los miembros de la plataforma Stop Tanatori, Carlos Fernández, explicó a Metrópoli Abierta que se oponen a la iniciativa empresarial por los muchos problemas de movilidad que comportará en la zona, con calles estrechas de difícil circulación, la pérdida de aparcamientos para los vecinos y el aumento de contaminación. 

PELIGRO PARA UN EDIFICIO PRESERVADO

Muy cerca del tanatorio, subrayó Fernández, también hay escuelas, guarderías, institutos, lo que "no encaja con el plan del Ayuntamiento sobre protección de las escuelas". Otro aspecto que ha puesto en pie de guerra a los vecinos es que el edificio forma parte del patrimonio de la ciudad y la ubicación de una funeraria puede suponer un peligro para la preservación de la arquitectura. Según Fernández, el inmueble se encuentra junto al local de los Castellers de Sants, que ensayan hasta la 01.00 o las 02.00 horas de la madrugada, lo que puede suponer un problema para las familias que estén de luto y quieran silencio.

El segundo tanatorio que puede abrir en la ciudad es la empresa Áltima, que ya opera en Barcelona. Concretamente, Áltima instalará el equipamiento en el barrio de Porta, en Nou Barris, detrás del centro comercial Heron City. En este caso, el proyecto contempla levantar un nuevo edificio con cuatro velatorios en un terreno de la avenida de Rio de Janeiro 51-59 y 61, según los últimos datos disponibles. Fuentes municipales han confirmado que la compañía ya ha solicitado una licencia de obras mayores, que ahora mismo se está tramitando. El tanatorio estará en el norte de la masía, muy cerca del cementerio de Sant Andreu.

Can Valent, en Nou Barris, junto al que se construirá una funeraria / JORDI SUBIRANA



PERMUTA DE TERRENOS

En este caso, la propuesta forma parte de un Plan especial urbanístico integral y de mejora urbana junto a la masía de Can Valent y el cementerio de Sant Andreu para construir equipamientos en la masía y su entorno. Como ya informó en exclusiva Metrópoli Abierta el año pasado, el plan contemplaba una permuta entre una finca de 6.384 metros cuadrados situada en la calle del Escultor Ordoñez 129-169, propiedad de Áltima, por un terreno de 1.551 metros que pertenece a las fincas de titularidad municipal situadas en la avenida de Rio de Janeiro 51-59 y 61.

El solar de Áltima que pasa a manos municipales es el antiguo campo de la Damm, totalmente abandonado desde hace años. A la permuta de los terrenos, el Ayuntamiento añadió el pago de 1,1 millones de euros a Áltima en cuatro años, detalló en comisión municipal la entonces gerente adjunta de Urbanismo, Aurora López. La diferencia de las superficies de la permuta ha hecho necesario que el consistorio tenga que compensar económicamente a la funeraria. El nuevo tanatorio se tiene que construir en la parte norte de la masía e incluirá un oratorio y una oficina de atención a las familias. El coste de construcción rondará los 3,5 millones.

EQUIPAMIENTOS EN CAN VALENT

La masía de Can Valent, un edificio del siglo XVIII, está ahora en ruinas, y se tendrá que reformar por completo. Los servicios públicos que abrirán se pactarán con los vecinos. Fuentes municipales informan que ahora mismo se esta haciendo el proceso participativo del Plan de Actuación Municipal y del Plan de Actuación del Distrito y los presupuestos participativos. "Una vez concluidos estos procesos se definirán el calendario y las futuras propuestas para Can Valent". Solo la reforma de Can Valent, en la que se tiene que conservar la volumetría, costará 755.000 euros. Uno de los equipamientos que se baraja que pueda ocupar la masía es un centro de servicios de la Administración pública.

El tercer proyecto de funeraria que se contempla es en La Bonanova, aunque en este caso la instalación no se ha decidido totalmente. Pese a ello, vecinos de la plaza de Ferran Casablancas y las calles del entorno han iniciado una movilización contra la posible construcción de la morgue. El equipamiento se quiere abrir junto a la parroquia Verge de la Pau, en una propiedad del Arzobispado de Barcelona, aunque éste "no ha dado luz verde" a la propuesta, afirman fuentes de la Iglesia.

OTRO PROYECTO EN ESTUDIO EN LA BONANOVA

Concretamente, el edificio se quiere instalar en lo que fue un antiguo centro escolar en la calle de Alacant, detrás de la parroquia. El colegio lleva varios años cerrados y cuenta con una gran patio, ahora en desuso. Como en el caso del polémico tanatorio de Sants, éste, si llega a materializarse, abriría también en pleno tejido urbano. El entorno está lleno de bloques de viviendas, la clínica Sant Jordi, el colegio de las Teresianas y dos aparcamientos, uno de la propia clínica y otro municipal, en la misma plaza de Ferran Casablancas.

Solar de la Bonanova en el que está en estudio un tanatorio / JORDI SUBIRANA



Al Ayuntamiento no le consta ninguna petición de licencia para construir un tanatorio en esta zona del distrito de Sarrià-Sant Gervasi, aunque una empresa de servicios funerarios se interesó por el planeamiento urbanístico. El distrito informó a la compañía, cuyo nombre no se ha facilitado, de la Ordenanza de servicios funerarios vigente en la ciudad, que se modificó en 2017 para permitir la nueva entrada de operadores con el objetivo de rebajar el precio de los sepelios. 

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