La privatización total de Servicios Funerarios de Barcelona (SFB) no ha sentado nada bien a los trabajadores de la empresa mixta, de la que actualmente el Grupo Mémora tiene el 85% de las participaciones y el Ayuntamiento el 15%. Este miércoles, la comisión de Economía y Hacienda del consistorio avaló la propuesta de venta del 15% que aún tiene la ciudad. La transacción recibió los votos favorables de los partidos del gobierno municipal, Barcelona en Comú y PSC, ERC y Barcelona pel Canvi. Para que la operación se pueda ejecutar, deberá recibir el visto bueno del pleno municipal que se tiene que celebrar el 28 de febrero.

Los empleados hacen una valoración "muy negativa" del acuerdo alcanzado en la comisión y han cargado contra el gobierno municipal que lidera Ada Colau. Según fuentes de los trabajadores, la privatización total de SFB supondrá incumplir un acuerdo alcanzado en 2011 entre el Ayuntamiento y la plantilla de la empresa por el cual el gobierno municipal se comprometió a mantener el 15% de las acciones en la empresa. Ese año, un mes antes de las elecciones, el gobierno que encabezaba Jordi Hereu materializó la venta del 36% a Mémora. Después de esta venta, Mémora pasó a controlar el 85% de la empresa y el Ayuntamiento perdió la mayoría en el consejo de administración.

Metrópoli Abierta ha preguntado al Ayuntamiento por este compromiso. Sin embargo, las fuentes municipales no han contestado a la cuestión concreta. Se han limitado a comentar que en 2011 se hizo una venta en dos fases. La primera, del 36% de las acciones, se materializó entonces. La segunda, el 15% restante, se dejó para más adelante. "Esta segunda fase se ejecuta ahora", afirman desde el consistorio.  

COMPROMISO DEL 2011

El compromiso alcanzado en 2011, explican los trabajadores, buscaba que el Ayuntamiento pudiera controlar los precios de la empresa y poner límites -aunque Barcelona es una de las ciudades españolas con los entierros más caros-. "El Ayuntamiento está en el consejo de administración y puede incidir en los precios. Les tiene que dar el visto bueno", afirman fuentes de los empleados.

En términos parecidos se expresaba el PSC antes de las elecciones. Ahora, los socialistas han refrendado la venta junto a los comunes de Colau. El pacto con Hereu también quería proteger a los trabajadores, una plantilla que ronda entre los 280 y 300 personas. Ahora, con la aprobación de la venta, el compromiso que la plantilla defiende quedará en agua de borrajas.

Tuit de Colau criticando la privatización de Servicios Funerarios de Barcelona, hace un año 



CRÍTICAS DE COLAU

Curiosamente, el 27 de febrero de 2019, la alcaldesa de Barcelona, después de perder la votación de la funeraria pública en el pleno municipal, cargó contra PSC y ERC por haber privatizado los servicios funerarios ocho años antes, es decir durante el mandato de Hereu. "Es incomprensible e impropio de partidos de izquierdas votar a favor de un fondo de inversión -en referencia a Mémora- y contra un servicio público que pueda abaratar un 40% los entierros", escribió la primera edil de la ciudad. Ahora, los comunes han tomado el mismo camino. 

Otro de los problemas que comportará la privatización total de SFB es que tres de los cuatro tanatorios que tiene la empresa -Collserola, Les Corts y Sant Gervasi- quedarán en manos de Mémora hasta 2048. Los tres edificios son de propiedad municipal, pero SFB tiene el derecho de explotación. "Si el Ayuntamiento vende el 15% que tiene de la empresa, Mémora continuará ostentando la gestión a través de SFB", argumentan los trabajadores. El cuarto tanatorio, Sancho de Ávila, es propiedad de Mémora.

El Ayuntamiento reconoce que no se producirá ningún cambio en estos tanatorios. Recuerdan que se hizo una concesión a SFB que no acaba hasta dentro de 28 años. Las de Collserola y Les Corts se cerraron en 1997, cuando SFB era totalmente municipal. La de Sant Gervasi se acordó cuando Mémora ya tenía el 49% de la empresa. Las fuentes municipales consultadas aseguran que "la venta del 15% no afecta a las condiciones de las concesiones de los tanatorios" , es decir que Mémora explotará los tanatorios hasta 2048 pesar de la salida del Ayuntamiento de la empresa.

PÉRDIDAS DE 1,5 MILLONES

Durante la comisión de Economía y Hacienda, el concejal de Barcelona en Comú, Eloi Badia, argumentó la necesidad de vender porque se estaba "produciendo una devaluación del activo y no hay rendimiento económico". El concejal subrayó que las pérdidas para el Ayuntamiento son de 1,5 millones de euros al año. Fuentes de los trabajadores lamentan que un gobierno progresista solo haya tenido en cuenta la rentabilidad económica a la hora de tomar la decisión de vender "y no se haya preocupado de la responsabilidad social". "Nos ha sorprendido que sean los partidos de izquierdas los que hayan aprobado la privatización total de SFB", añaden.

El Ayuntamiento espera que la venta a Mémora se pueda ejecutar por unos 28 millones de euros. La intención municipal es que los ingresos se puedan destinar a políticas sociales, como vivienda y rehabilitaciones. Fuentes de los empleados opinan que los recursos se tenían que haber buscado en otro lugar. "Se está deshaciendo un servicio social. Es como si se vende un hospital para levantar pisos sociales", concluyen las fuentes de los trabajadores a modo de ejemplo.   

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