La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se deshace de Serveis Funeraris de Barcelona. Cinco años después de llegar a la alcaldía, la primera edil ha dado otro paso para privatizar totalmente la empresa, que hasta 2006 prestó el servicio en régimen de monopolio.

El Ayuntamiento de Barcelona ya ha arrancado los trámites para subastar el 15% de capital que posee a través del holding público de Barcelona de Serveis Municipals (BSM), según ha avanzado Expansión. Por cada acción, el consistorio reclama al menos 143.404,16 euros, por lo que en total pide un mínimo de 27,96 millones de euros (antes de IVA).

28 MILLONES DE EUROS

La finalidad del Ayuntamiento, que con esta operación ingresará 28 millones de euros, es destinar los recursos a viviendas y rehabilitación y los interesados tienen hasta el 5 de octubre para tramitar su oferta.

La Comisión Económica aprobó a mediados de febrero la operación con el apoyo del gobierno municipal (BComú y el PSC), ERC, PP y Barcelona pel Canvi, mientas que Junts per Catalunya y Ciutadans votaron en contra.

SUBASTA DESIERTA

El Ayuntamiento asegura que si la subasta queda desierta, se ejecutará igualmente la venda, pero con la valoración económica que hizo en 2011. Entonces, el alcalde de Barcelona era Xavier Trias, que también intentó desprenderse de este 15%.

Con esta venta de acciones, el consistorio ya no tendrá presencia en los servicios funerarios de la ciudad, que queda en manos de Mémora y Áltima, a la espera de que entra un tercer operador con el nuevo tanatorio en Sants.

LOS TRABAJADORES CARGAN CONTRA COLAU

Los empleados de la empresa mixta hacen una valoración "muy negativa" del acuerdo alcanzado en la comisión y cargaron contra el gobierno municipal que lidera Ada Colau. Según los trabajadores, la privatización total de SFB supondrá incumplir un acuerdo alcanzado en 2011 entre el Ayuntamiento y la plantilla de la empresa por el cual el gobierno municipal se comprometió a mantener el 15% de las acciones en la empresa.

Ese año, un mes antes de las elecciones, el gobierno que encabezaba Jordi Hereu materializó la venta del 36% a Mémora. Después de esta venta, Mémora pasó a controlar el 85% de la empresa y el Ayuntamiento perdió la mayoría en el consejo de administración.

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