En los alrededores de la Rambla de Badal de Barcelona (Sants-Montjuïc), cerca de la estación de metro Mercat Nou, los vecinos coinciden en señalar un aumento de hurtos y robos con violencia. Muchos tienen por objetivo a personas mayores, a las que asaltan aprovechando su debilidad cuando están solas. También ha habido algún episodio violento con empujones y peleas entre grupos de rateros que actúan en la zona.
El bar de la madre de Ylisenia, en la calle Sugranyes, sufrió un robo el pasado 20 de agosto. La cámara de seguridad del negocio registra el minuto y medio en el que un hombre se cuela en la barra y roba un móvil y un bolso con 100 euros en efectivo. Su interior también contenía una cámara de fotos, las llaves de su casa y del bar, por lo que tuvo que cambiar varias cerraduras de seguridad del negocio. La mujer calcula que el robo le ha supuesto un coste de unos 1.000 euros.
TRES LOCALES OKUPADOS
"Los mossos dicen que es un hurto y no creo que vayan a hacer nada más", explica la mujer disgustada. El supuesto autor del robo es un viejo conocido en el barrio de Sants-Badal, que estos últimos meses ha robado a varias personas mayores. Los vecinos de la zona relacionan estos hurtos con la presencia de un grupo de okupas que se han instalado en, al menos, tres bajos de la zona en las calles Sugranyes, Pavia y la misma Rambla de Badal.
Un paseo por estas calles es suficiente para constatar que un grupo de personas viven en dos antiguos bares y un local. En uno de ellos, el marco de madera de la puerta contrasta con el resto del edificio y una verja metálica que hace mucho tiempo que no se baja. Los ocupantes dejan el calzado en la entrada de la puerta, donde descansa una vieja toalla en el suelo.
CUCHILLOS
En la Rambla de Badal, un segundo bar okupado, conocido en el pasado como La Vinya, es la morada de un grupo de personas que suelen robar a los vecinos de este tranquilo barrio de Sants-Montjuïc, según denuncian media docena de residentes a este medio. "Esos son más peligrosos, creo que son búlgaros y llevan cuchillos", avisa un hombre sentado en la terraza de un bar cercano.
Este vecino, que evita dar su nombre, aseguró que hace unas semanas un joven le amenazó con un cuchillo cuando se dio cuenta de que le observaba. Lo hacía porque el joven intentaba robar en ese momento a un cliente de un bar. "Antes por aquí había más tráfico de drogas. Ahora han subido los robos", observa este vecino, que advierte de un incremento de hurtos. Hace cosa de un mes y medio, tiraron a una mujer al suelo para intentar robarle, según cuenta.
INTENTO DE OKUPACIÓN
Las okupaciones en locales bajos preocupan bastante a los vecinos. Ylinesia explica que el pasado martes la policía frustró un intento de okupación en otro local. De nuevo, se trataba de unos bajos, esta vez ubicados en la plaza de la Olivereta. Ocurrió lo mismo hace unas semanas en la calle Sugranyes.
Ylinesia evita ir con sus hijos a la Rambla de Badal. Sabe que no estará tranquila debido a los numerosos robos a gente mayor. Muchos ancianos eluden el paseo, conocedores de estos incidentes. En los árboles de la calle, los vecinos comentan que se han encontrado cuchillos escondidos, que usan algunos individuos cuando se pelean algunos de los grupos de rufianes que operan en la zona.