La guerra entre el gobierno de Ada Colau y los chiringuitos de los parques de Barcelona se ha cobrado dos nuevas víctimas en la montaña de Montjuïc. Se trata de los locales ubicados en la avenida del Estadi. El primero de ellos se encontraba frente al estadio olímpico Lluís Companys, y el segundo estaba junto a las piscinas Bernat Picornell. Ambos han sido desahuciados.
Después de años de estira y afloja con el Ayuntamiento, el pasado miércoles 27 de abril la comitiva judicial acudió al chiringuito del Estadi Olímpic para ejecutar la orden de desalojo. Al dueño le dieron 15 días, hasta el jueves 12 de mayo, para comenzar a retirar la instalaciones. Apenas una semana más tarde del cierre del primero, el miércoles 4 de mayo, los funcionarios del juzgado regresaron para clausurar esta vez el de las piscinas Picornell, situado a escasos 100 metros del anterior.
SIN LAVABOS PÚBLICOS
Con esta acción, además del servicio de bar, desaparecen también los únicos cuatro lavabos públicos que había abiertos en la zona, dos en cada uno de los chiringuitos, la mitad de los cuales estaban adaptados para personas con movilidad reducida. Esto, después de que en los últimos meses hayan cerrado ya los cuatro locales de la Font Màgica, que ha dejado a los visitantes sin los 14 sanitarios con los que contaba. Así pues, Montjuïc ha perdido 18 baños abiertos al público desde diciembre.
Después de la pandemia, Montjuïc ha visto aumentar el número de personas que acuden a realizar deporte. Cada vez son más los runners que se dejan ver por la montaña, y algunos se cambiaban aquí de ropa. Al haber clausurado los lavabos, se han quedado también sin este vestuario improvisado.
Ambos locales funcionaban también como un punto de información (el más cercano está en la zona del teleférico) y de asistencia, desde situaciones relacionadas con objetos perdidos a la atención de personas que habían sufrido un robo o cualquier otro tipo de incidente, y que podían llamar desde aquí a la Guardia Urbana o los Mossos d'Esquadra.
ARAMARK, LA MULTINACIONAL QUE MONOPOLIZA EL NEGOCIO
La desaparición de los dos chiringuitos de la avenida del Estadi beneficia de rebote a la multinacional Aramark, que lleva la cafetería ubicada junto a las taquillas del Palau Sant Jordi y que controla toda la zona de hostelería dentro del recinto de la Anella Olímpica. Sin competencia, ahora el gigante norteamericano tiene el monopolio del servicio de bar en el entorno. Los precios de algunos de los productos son más caros que los que ofrecían los locales ahora desahuciados, y al cliente solo le queda este establecimiento para ir a consumir.
Por ejemplo, mientras los antiguos chiringuitos cobraban a 1,50 euros la botella pequeña de agua, en el bar de Aramark sale por 2,05 euros. Más: si en los chiringuitos valía 2,50 euros la lata de refrescos, Aramark las vende por entre 3,10 y 3,60 euros dependiendo de la bebida. Y otro: los chiringuitos ofrecían las latas de Estrella Damm y de Voll-Damm a 2,50 y 2,80 euros, y la copa de Estrella a 3 euros, mientras que Aramark tiene el vaso pequeño de cerveza a 3,30 euros, el mediano a 6,50 euros y el grande a 9,50 euros.
NUEVA CONCESIÓN PARA UNO, CIERRE DEFINITIVO PARA EL OTRO
Según ha explicado el Ayuntamiento de Barcelona a Metrópoli, el chiringuito que está junto a las piscinas Picornell reabrirá en un futuro. "Volveremos a hacer una concesión cuando se hayan revisado y renovado las instalaciones. Los lavabos van asociados a la concesión", explican a este diario. Las mismas fuentes municipales señalan que hay servicio de lavabos públicos en una zona cercana, en el espacio conocido como los Jardins d'Aclimatació. El chiringuito que se encontraba frente al Estadi Olímpic, en cambio, no tendrá un nuevo concurso y cierra para siempre. "Desaparecerá ya que hay uno muy cerca", justifican, en referencia al monopolista bar de Aramark.