El Molino es uno de los símbolos de la avenida del Paral·lel

El Molino es uno de los símbolos de la avenida del Paral·lel HUGO FERNÁNDEZ

Sants - Montjuïc

El histórico teatro El Molino dilata su reapertura

Han pasado ya tres años desde que el Ayuntamiento comprara el equipamiento y la puesta en marcha del mítico cabaret sigue inmersa en un laberinto jurídico

5 enero, 2024 23:30

Noticias relacionadas

Parecía que los días de gloria en El Molino, emblema del Paral·lel, podían volver. El Ayuntamiento compró el equipamiento en 2021 por 6,2 millones de euros y afirmó que abriría en 2022 como equipamiento cultural. Dos años después de la fecha marcada en rojo en el calendario, Barcelona sigue sin noticias de El Molino.

El concurso público para dirigir el equipamiento, que tenía que abrirse en 2021, lleva tres años en barbecho. Desde el Ayuntamiento se escudan en que están trabajando en acelerar los trámites y la burocracia para lanzar la licitación "lo antes posible", pero asumen que esta sigue estancada.

NUEVA VIDA PARA EL MOLINO

Mientras los pliegos de la adjudicación se pierden en un sinfín de trámites jurídicos, los vecinos apremian al consistorio a cumplir con los plazos y compromisos que prometió al barrio. En 2021, Colau y Collboni señalaron que la compra de El Molino se enmarcaba en un plan para revitalizar la zona del Paral·lel.

Desde la Asociación de Vecinos del Poble-Sec siguen recalcando la necesidad del espacio para dinamizar la zona, en especial la Plaza de la Bella Dorita, así como para utilizar el interior de El Molino para celebrar reuniones y eventos de las entidades barriales.

ZOZOBRA EN EL SECTOR CULTURAL

Este infinito proceso burocrático, que se ha ido postergando indefinidamente en los últimos tres años, ha elevado la expectación en el sector cultural de Barcelona y ha provocado que esta sea una de las adjudicaciones más esperadas del 2024, año en el que parece que, de una vez por todas, El Molino estará más cerca de volver.

Si bien Ada Colau quería incluir el espacio en la red de Casas de la Cultura de Barcelona, las intenciones del nuevo consistorio son un poco distintas. La idea es que el espacio se sitúe "al margen de la industria comercial", por lo que la empresa gestora deberá convertir el teatro en una sala donde se toque flamenco, rumba, jazz y canciones de autor.

El Molino, de noche, en una imagen de archivo

El Molino, de noche, en una imagen de archivo Ajuntament de Barcelona

CONFIANZA EN EL CONSISTORIO

La gestión del espacio será privada, el canon exigido será del mínimo marcado por la ley y se premiará a aquellas compañías que tengan el mayor número de acuerdos con estructuras asociativas y gremiales de la ciudad, según informó Xavier Marcé, concejal de cultura, al Diari Ara.

La antigua gestora del cabaret, la empresa Ociopuro, explicó que confiaba en el proyecto de la administración municipal, ya que no quería que El Molino se convirtiera en "un puticlub". En los últimos años, se habían destinado hasta 15 millones de euros en reformar el interior del local, que según Ociopuro, "estaba muy cuidado y como nuevo en el momento de la venta".