Según establece el artículo 23 del plan de desescalada promovido por el Gobierno de España, las bibliotecas pueden abrir durante la fase 1 aunque únicamente para prestar servicios de préstamo y devolución de libros, "lectura en sala" y ofrecer "información bibliográfica y bibliotecaria". Esto significa que se puede acceder a las bibliotecas para solicitar o consultar información determinada, coger o entregar material que se haya adquirido en el centro o leer alguna de las obras de sus estanterías allí mismo.

Sin embargo, lo que no se puede hacer en la fase 1 son actividades culturales. Además, aunque un vecino lo pida, no se puede pedir un libro o documentos a otro centro que disponga de ello. Tampoco está permitido la apertura de las instalaciones dedicadas al estudio, así que las bibliotecas no pueden usarse para estudiar, ni siquiera en temporada de exámenes. Los ordenadores, catálogos y ficheros también están vetados hasta más adelante.

Pero, de momento, la biblioteca Clarà de Les Tres Torres sigue cerrada completamente. Según aseguran fuentes del Consorcio de Bibliotecas de Barcelona, el organismo que gestiona estos establecimientos públicos y que depende de la Diputación de Barcelona, "el buzón de retorno 24 horas se tiene que sustituir por uno de nuevo, puesto que está muy malogrado y no se puede utilizar". Ahora bien, las mismas voces oficiales también añaden que "está encargado y lo sustituirán en breve".

NO SE ATREVEN A DAR UNA FECHA DE VUELTA

Consultados por Metrópoli Abierta, desde la biblioteca ubicada en el número 22 de la calle del Doctor Carulla aseguran que por ahora están trabajando "para poder abrir con todas las medidas necesarias de protección para usuarios y trabajadores de los servicios". Por este motivo, a estas alturas no pueden concretar una fecha de apertura. "Trabajamos para reabrir lo más pronto posible", explican con un tono optimista.

Por otra parte, la que sí ha vuelto a abrir sus puertas este jueves 4 de junio ha sido la biblioteca Joan Maragall, situada en la calle Sant Gervasi de Cassoles, en el barrio de Sant Gervasi-La Bonanova. Un equipamiento levantado en el mismo distrito (aunque de distinto barrio) que la biblioteca Clarà. Como todas las otras que sí han abierto en los últimos días en la capital catalana, en ella solo está permitido devolver documentos y pedir o devolver préstamos, con cita previa.

La Biblioteca Joan Maragall, uno de los equipamientos que cerró por el coronavirus / AJ. DE BCN



La Biblioteca Joan Maragall, uno de los equipamientos que cerró por el coronavirus / AJ. DE BCN

LA CLARÀ NO SE MUEVE 

Tal y como informó en 2017 este medio, hace tres años los vecinos de Les Tres Torres estaban seriamente preocupados porque corrían el serio riesgo de quedarse sin biblioteca pública en el barrio.

Por aquel entonces, en los pasillos del distrito se hablaba de un cambio de cromos para trasladarla a Sarrià cuando estuviese listo el edificio de la nueva biblioteca (que lo estará a finales de este 2020) y usar el equipamiento de Les Tres Torres como un casal de barrio y de gente mayor. El Plan de Inversión Municipal del distrito así lo atestiguaba. 

Así será la biblioteca en la plaza de Sarrià, según informó el Ayuntamiento en 2017 / AJ. DE BARCELONA



Así será la biblioteca en la plaza de Sarrià, según informó el Ayuntamiento en 2017 / AJ. DE BARCELONA

Pero, la directora provisional del centro, Joana Torres, confirmó su continuidad en el barrio en una entrevista en febrero al Jardí de Sant Gervasi i Sarrià. "Nos han confirmado que seguiremos, el año pasado mismo recibimos cerca de 70.000 visitas", espetó. Con esta frase, Torres despejó cualquier tipo de duda al respecto.   

EL VIRUS CERRÓ MUSEOS Y BIBLIOTECAS 

El pasado 13 de marzo, mismo día que se decretó el estado de alarma, el Govern de la Generalitat ordenó el cierre de todos los museos y bibliotecas de Cataluña. Una medida que entró en vigor ese mismo día por culpa de una crisis sanitaria que, cada día que pasaba, iba a peor. 

Por si fuese poco, la desinfección de museos y bibliotecas de Barcelona aplazó durante un par de semanas más la apertura de los equipamientos culturales de la ciudad porque los centros debían adecuar sus instalaciones para que los usuarios puedan aplicar las medidas de protección en condiciones y evitar, así, la propagación del virus.

En este sentido, el Institut de Cultura de Barcelona (ICUB) informó el 17 de mayo que los centros de la red de Museos y Archivos Municipales y de Bibliotecas de Barcelona no reabrirían el día siguiente, pese a que en aquel momento ya podían haber funcionado (con restricciones). Finalmente, algunas bibliotecas de la ciudad empezaron a abrir paulatinamente a partir del día 25 del pasado mes. 

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