La plaza Adrià se queda sin su último palacete
Los propietarios de la Casa Jover lo han podido derrocar porque no estaba protegido como patrimonio
30 agosto, 2020 18:26Noticias relacionadas
La mobilización que se ha producido en los últimos meses para intentar frenar el derrumbe de la Casa Jover, el último palacete señorial que quedaba en la plaza Adrià, no ha sido suficiente. Este fin de semana los propietarios han logrado lo que querían: tirarlo al suelo para poder construir en el mismo lugar un bloque de pisos muy modernos.
Según ha recordado este domingo El Jardí de Sant Gervasi i Sarrià, la propiedad (herederos de la misma familia Jover, una alcurnia de comerciantes y banqueros barceloneses) ha decidido derrocar el inmueble, un palacete construido en 1920. Y lo han podido hacer porque el Ayuntamiento de Barcelona no lo ha considerado un patrimonio a proteger.
EL AYUNTAMIENTO NO LO HA PARADO
En los últimos meses, un grupo de vecinos del distrito de Sant Gervasi-Galvany, con el apoyo de la entidad SOS Monuments, se ha movilizado para intentar evitar el derribo. Por este motivo han recogido más de 200 firmas en la plataforma change.org para reclamar al consistorio que paralizase las obras. En la petición defendían que este edificio, de cien años de historia, era el último recuerdo de la plaza Adrià del siglo XX.
El problema de fondo es que el edificio no estaba catalogado, y por lo tanto, los propietarios lo han podido tirar abajo sin la obligación de conservar ningún elemento. Aunque estos residentes aseguran que, desde su punto de vista, lo más importante en este caso era el valor histórico que tenía dicho inmueble.
Finalmente, el gobierno municipal no lo ha parado y, desde este fin de semana, la Casa Jover ya forma parte del pasado. Y, con ella, la historia de la ciudad pierde un capítulo muy interesante de la historia de sus últimos 100 años.