Empieza la cuenta atrás para el desalojo de alto riesgo de los okupas de la Bonanova. Según confirman fuentes de la Sareb --propietaria de los inmuebles-- a Metrópoli, se ejecutará el próximo 30 de noviembre. Los allanadores han pedido colaboración a los colectivos anarquistas de Barcelona, a los que han citado a las 6:00 horas de ese día para evitar el operativo policial, que se prevé complicado.
El Kubo y la Ruïna llevan okupados desde 2016 y 2019, respectivamente. Los dos bloques están ubicados en la calle de Sant Joan de la Salle número 6 y pertenecen a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), conocida popularmente como "el banco malo". A finales de marzo, se tenía que desalojar el Kubo, pero acabaron aplazándolo, ya que pensaban que los antisistema se aglutinarían en la Ruïna, que está justo al lado y que, en ese momento, carecía de orden de desalojo.
MANIFESTACIONES Y PROMESAS INCUMPLIDAS
Fue en ese contexto cuando entró Dani Esteve, propietario de Desokupa, que se comprometió a echar a los anarquistas de la Bonanova, pero no cumplió su promesa. El día que tenían previsto el desalojo, los Mossos d'Esquadra organizaron un dispositivo para evitarlo, ya que Esteve no tenía autorización judicial para ejecutarlo. A modo de protesta, organizó una manifestación en Barcelona, a la que acudieron 500 personas, según los datos oficiales de la Guardia Urbana, que multaron a algunos de los asistentes por atentar contra los agentes de la autoridad.
Los antisistema, por su parte, convocaron una concentración en la que participaron 600 personas y que se saldó con cargas policiales. Preguntado por si participará en el nuevo desalojo, el CEO de Desokupa asegura a este medio que "da el tema por cerrado".
Los allanadores del Kubo y la Ruïna no tienen intención de irse. Lo han anunciado ellos mismos en sus redes sociales, donde han afirmado que no abandonarán voluntariamente los edificios. "Una vez más, la Sareb y el Estado están intentando echarnos de casa. La última vez les salió mal. Esta vez les saldrá peor", dicen los okupas en un comunicado. En el mismo documento aseguran que están en una "guerra social" de la que se sienten víctimas y reiteran que no reconocen la autoridad de los cuerpos policiales ni van a respetar las sentencias judiciales. "Estamos listos para responder con toda nuestra furia. Pase lo que pase, aquí seguiremos para vengarnos", concluyen.
EL PAPEL DE LOS VECINOS
Parte de los vecinos de la Bonanova tienen ganas de que los okupas abandonen el barrio. No obstante, temen que el desalojo se convierta en un campo de batalla y que acabe desencadenando en un clima de violencia.
El desalojo de los okupas de la Bonanova fue uno de los temas mediáticos para los partidos de derecha durante la campaña electoral de las municipales en Barcelona. No obstante, tras las elecciones del 28 de mayo, el Kubo y la Ruïna desaparecieron del foco mediático. Anna Grau, líder de Ciutadans en la ciudad --donde perdió la representación en el Ayuntamiento--, se manifiesta cada semana para mostrar su rechazo hacia los allanadores. En unas declaraciones a este digital, lamenta que ya nadie se acuerde la Bonanova: "Estos okupas no tienen nada de vulnerables y amenazan con hacer arder el barrio. Queremos un desalojo pacífico y democrático. No tenemos por qué aguantar tanta violencia", reitera.
La edil de Ciutadans asegura que "se está presentando como muy difícil algo que realmente es sencillo". Cree que el verano hubiese sido un momento clave, ya que los antisistema estaban de vacaciones, según ella. "Si hay un escenario de violencia el día 30, los primeros responsables serán los okupas y, en segundo lugar, la administración", dice Grau.
UN DESALOJO CON UN GRAN DESPLIEGUE POLICIAL
La pregunta que se hace todo el mundo es: ¿cuáles son las posibilidades reales de que se pueda ejecutar el desalojo? Los Mossos d'Esquadra son conscientes de que no va a ser un operativo sencillo y desplegarán una gran cantidad de agentes. En el interior de los edificios viven poco más de una decena de personas, pero temen una movilización de grupos anarquistas de Barcelona y otros simpatizantes para evitar el desalojo. Es por este motivo que contarán con policías de la Brigada Móvil (BRIMO), de Área Regional de Recursos Operativos (ARRO), así como otros grupos de refuerzo.
Desde la Sareb también saben que será una desokupación difícil: "Somos conscientes de que hay un tema de conflictividad, pero hay una sentencia que autoriza a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a echarlos. Queremos que el operativo se haga con total seguridad", reitera la propiedad a Metrópoli. Desde el Ayuntamiento de Barcelona explican que el dispositivo irá a cargo de los Mossos d'Esquadra y que la Guardia Urbana colaborará con ellos en caso de que sean requeridos.
Metrópoli ha intentado contactar con los okupas del Kubo y la Ruïna para conocer su versión de los hechos, pero a fecha de publicación no ha obtenido respuesta.