Los vecinos del Putxet, indignados con el proyecto de restauración de la Casa Tosquella
La Generalitat ha anunciado que supervisará la rehabilitación de un espacio caracterizado por una fachada que rompe con la estética modernista
18 abril, 2024 23:30Los vecinos del barrio del Putxet i el Farró (Barcelona), indignados pero combativos por la polémica restauración de la Casa Tosquella, un edificio modernista que data de finales del siglo XIX y que está catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN).
Sobre esta antigua mansión pesa un proyecto de rehabilitación que pretende convertirla en un casal para ancianos de propiedad municipal. Para ello, el Ayuntamiento de Barcelona adjudicó al estudio a los estudios de arquitectos Metrònom y Solà-Morales la reforma, que contempla el levantamiento de una fachada con un estilo arquitectónico completamente distinto al modernismo del resto de la construcción.
Se trata de una fachada "neutra y contemporánea", según explican los estudios de arquitectos a este digital, que "no entren en competencia con las otras tres fachadas que sí están protegidas".
"Esta fachada nace del encargo del Ayuntamiento de ampliar la casa aprovechando la medianera (no protegida y residual, ya que antes había otra casa enganchada), con el objetivo de reconvertirla en equipamiento público", añaden.
Polémica
Actualmente, en esa fachada no hay nada, una sola pared medianera que supone un folio en blanco para cualquier proyecto. Así, los estudios que ganaron el proyecto se han decantado por un muro con dos torres "que recuerdan a las Torres de Ávila", aseguran desde la plataforma Putxet Sud Fem Barri. Las dos torres responden a la necesidad de instalaciones de baños y ascensores, "algo que entendemos", explican, pero "¿no se podía buscar un estilo arquitectónico que quedara un poco más coherente con el resto de la construcción?", cuestionan.
Y es que "todos los vecinos con los que hablamos dicen que el proyecto es feo, horrible o, en el mejor de los casos, que no gusta", detallan. Sucede que, además, el ayuntamiento "no ha contado con la opinión de los vecinos para llevar a cabo el proyecto". "Parece que estén aplicando una especie de despotismo ilustrado con un Todo para el pueblo, pero sin el pueblo", critican.
Los dos estudios mencionados aseguran, en este sentido, que todavía se encuentran en la fase inicial de redacción del anteproyecto y que cada paso que se da, se consulta y cuenta con la aprobación de BIMSA y varios departamentos públicos tanto del Ayuntamiento como de la Generalitat.
Acción vecinal
Pero la indignación ha dado paso a la acción. "Estamos iniciando una recogida de firmas para exigir a las autoridades que se replantee el proyecto", anuncian
La pasada semana, el departament de Patrimoni de la Generalitat anunció que tomaría cartas en el asunto y vigilaría de cerca el proyecto, por lo que se prevén retoques a los planos originales en los próximos meses. Por el momento, se ha reajustado la altura de las dos torres, lo que --se espera-- hará que se robe menos protagonismo al resto de la estructura. A cambio, el acceso al terrado quedará restringido. "Quedará más discreto, pero tampoco será un gran cambio", analiza la plataforma vecinal, que define la fachada como "horrible y que no pega nada" con el resto del edificio.
La única esperanza para aquellos contrarios a aplicar este proyecto de rehabilitación queda en manos de "técnicos de Patrimoni que sabemos que también están en contra de la iniciativa y que han enviado cartas pidiendo su paralización y replanteamiento".
Con todo, y pese a que todavía la restauración del espacio está en una fase embrionaria, todo apunta a que la fachada de marras, aunque con modificaciones, saldrá adelante.
Preguntados por este medio, desde el Ayuntamiento de Barcelona remiten a la Generalitat de Catalunya, quienes se encargan de la supervisión del proyecto. Patrimoni, por su parte, asegura que el consistorio --hasta la fecha-- solo ha hecho unas consultas previas a la Comissió Territorial del Patrimoni Cultural de la Ciutat de Barcelona.
En este sentido, el ejecutivo local "tendrá que presentar un informe con la propuesta de rehabilitación, pues se trata de un BCIN, algo que todavía no se ha hecho.
Edificio histórico
Creada por el arquitecto Eduard Maria Balsells en 1889 y reformada por primera vez en 1907, el edificio sirvió como una residencia familiar. A lo largo de los años, se llevaron a cabo distintas reformas. Su última inquilina, Maria Dolors Castells, consiguió, en 1974, que se la incluyera en el catálogo de bienes protegidos con su máxima distinción, el BCIN. Castells murió en 2017 y, desde entonces, la vivienda ha estado en desuso.
Antes de que el Ayuntamiento de Barcelona la adquiriera, llegó a estar a la venta por Wallapop, por un precio de 1.400.000 euros. Finalmente, el consistorio se hizo con la propiedad. "Ya por aquel entonces nos dijeron que fuéramos pacientes con la rehabilitación del espacio que --se espera-- se hará a principios de 2026", aseguran.
Una vez comiencen los trabajos, el proyecto buscará proteger las tres fachadas que quedan en pie y la planta noble, elementos que conservan mucha riqueza ornamental. En ellas, se harán salas para talleres. En el sótano del inmueble, se levantará una sala polivalente, así como un gimnasio equipado con vestidores para los residentes.