Las actuales prisiones de Barcelona, La Modelo, Wad-Ras y Trinitat Vella, dejarán de albergar presos en 2025, si se cumplen los plazos marcados por el Govern de la Generalitat. Así lo ha anunciado el conseller de Justicia, Carles Mundó, en la rueda de prensa posterior al Consell de Govern.

Los presos que actualmente acogen estas cárceles se trasladarán a nuevos centros que se le levantarán en la Zona Franca de Barcelona. Allí se levantarán dos prisiones, un centro abierto y otro para mujeres y presos preventivos. El primer equipamiento costará 32 millones de euros, mientras que el segundo 75 millones de euros.

Mundó ha asegurado que se trata de una decisión importante y que la Generalitat pretende así reordenar el mapa carcelario de Barcelona. El Ayuntamiento de la ciudad ha ayudado a la Generalitat a financiar la operación con el acuerdo firmado el 10 de enero en el que el consistorio cedió los terrenos sobre los que se levantarán las nuevas prisiones.

El nuevo centro abierto se prevé que esté acabado en 2021. La Generalitat pretende licitar las obras del proyecto en 2018. Por otro lado, la cárcel de mujeres y de presos preventivos tardará más en estar operativa, pues debería inaugurarse en 2025, si se cumplen los plazos previstos. La financiación de las obras depende de la Generalitat.

Con la inauguración de estos centros, las actuales prisiones de Barcelona, La Modelo, Wad-Ras y Trinitat Vella cerrarán sus puertas, aunque el Conseller Mundó no ha querido desvelar todavía los plazos en que ocurrirá esto. Lo que queda claro es que como fecha tope, estas prisiones cesarán su actividad en 2025.

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