Hay grafitis que son auténticas obras de arte que decoran los grises muros de la ciudad. Pero la historia es bien distinta si se quiere pintar vagones del metro y, encima, te pillan in fraganti los agentes de seguridad.

Es lo que les ha pasado a tres jóvenes alemanes, cazados por los Mossos d’Esquadra mientras salían por una puerta de emergencia del suburbano barcelonés en el distrito de Sant Martí. Minutos antes de la medianoche del viernes 21 de abril, los grafiteros abandonaban el Metro después de haber dejado su huella en dos vagones. Fuera, miembros de la Unidad de Seguridad Ciudadana estaban a punto de detenerlos.

Imagen de uno de los vagones pintados / Mossos d'Esquadra



Los agentes se identificaron en cuanto los vieron salir por la puerta de emergencia pero los tres hombre de entre 31 y 33 años dejaron tras de sí los guantes y las mochilas y salieron corriendo con la intención de huir, según un comunicado emitido este domingo por los Mossos d’Esquadra. Tras la carrera, fueron detenidos no sin antes forcejear con los policías, provocando lesiones leves a los agentes.

Con los grafiteros pillados y las mochilas recuperadas, los agentes entraron en el Metro junto a miembros del Centre de seguretat i Protecció Civil y de la empresa de seguridad de TMB. En el interior, comprobaron que del túnel del que salían los detenidos había dos vagones pintados. Unos daños en el suburbano que ascienden a 1.600 euros.

Los agentes los arrestaron por un delito de daños y otro de resistencia y desobediencia a la autoridad. Tras pasar a disposición judicial, el magistrado decretó su libertad con cargos.

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