Es un caso que parece sacado de una serie de televisión. Los Mossos d'Esquadra investigan la muerte de un agente de la Guàrdia Urbana cuyo cadáver fue encontrado en el maletero de un coche calcinado en el pantano de Foix (Barcelona). Y para añadir un giro más a las extrañas circunstancias de su muerte, ha trascendido que el policía fue apartado del cuerpo por agredir a un motorista y que era pareja de una agente víctima de una “pornovenganza” por parte de un compañero del cuerpo.
El cuerpo del agente fue localizado el pasado jueves por la tarde después de que los Mossos recibieran el aviso de un ciudadano que había visto un coche calcinado en una pista forestal de Castellet i la Gornal, cerca del pantano de Foix. En un primer momento los investigadores del caso no pudieron identificar a la víctima, pero sí encontraron los primeros indicios de que la muerte había sido violenta. Se ha descartado que estuviera relacionada con los seis homicidios ocurridos en Barcelona y su área metropolitana y que la policía relaciona con una guerra entre bandas rivales.
SECRETO DE SUMARIO
El juez que lleva el caso ha ordenado el secreto de sumario, aunque poco a poco se van sabiendo más detalles de lo ocurrido. Según han confirmado a Efe fuentes cercanas a la investigación, el fallecido era un agente de la Guàrdia Urbana que se había reintegrado al cuerpo después de que se archivara el proceso judicial por el incidente con el motorista, si bien permanecía de baja mientras se recuperaba de una operación en la espalda.
Los Mossos d'Esquadra han podido identificar el cuerpo del agente asesinado, que llevaba dos días desaparecido, porque el vehículo iba a su nombre y, además, el cadáver tenía una prótesis en la espalda igual a la que le habían colocado en octubre del año pasado. Aún así, habrá que esperar a la autopsia para confirmar la identidad del fallecido y esclarecer las circunstancias de su muerte.
AGRESIÓN AL MOTORISTA
El guardia urbano fallecido fue suspendido de forma temporal junto a otro agente de la Policía local por agredir y humillar supuestamente a un motorista que se saltó un control de tráfico el pasado verano en la carretera de L'Arrabassada. Asuntos Internos calificó la agresión como un delito de torturas, pero un juez de Barcelona lo dejó en un delito contra la integridad moral. Finalmente, la Fiscalía pidió el sobreseimiento de la causa porque el motorista renunció a acusar.
Por otra parte, el fallecido era pareja de una agente de la Guàrdia Urbana que supuestamente fue víctima de un caso de “pornovenganza”. Tras romper con un subinspector del cuerpo en 2008, éste difundió fotos de contenido sexual de la mujer a través del ordenador de la comisaría de la víctima, ya que conocía la contraseña. El juicio debía haberse celebrado el pasado 28 de abril después de que la Fiscalía rebajara su petición de pena de tres a dos años de cárcel por un delito contra la integridad moral.