Cuidado con pasarse de la raya con los vigilantes de la zona azul. A partir del próximo 1 de julio, estos empleados municipales pasarán a ser agentes de la autoridad. ¿Qué quiere decir esto? Que si se produce algún incidente con ellos, “siempre prevalecerá su opinión sobre la de cualquier otra persona”, ha explicado el teniente de alcalde, Jaume Collboni.
REIVINDICACIÓN HISTÓRICA
La reivindicación del cuerpo es histórica. Desde hace 30 años, los vigilantes reclamaban ser considerados agentes de seguridad. “Creemos que puede ayudar a reducir el número de incidentes" por el efecto "disuasorio", considera el presidente del comité de empresa de B:SM, Juan Antonio Sánchez. O dicho de otra forma, los vigilantes esperan que con su nuevo rango los infractores se lo piensen dos veces. Tal como recuerda Sánchez, “hay accidentes leves o algunas más graves”; situaciones que “sufrimos desde hace mucho tiempo y que son muy desagradables”. Ahora insultar o agredir a un vigilante de parquímetro comportará la misma pena que si se acomete a un Mosso d'Esquadra o cualquier otro cuerpo de seguridad del Estado.
Los vigilantes de parquímetro no solo se encargan de vigilar los estacionamientos de zona azul o verde, “también regulan todo lo que es estacionamiento y para de la ciudad”, apunta el miembro del comité de empresa por la UGT, José Luis Aznar. Por este motivo, Aznar desvela que “no únicamente hay incidentes por si he puesto bien o mal un ticket o me he pasado de la hora”, si no que estos van más allá, como dejar el coche ante una parada del autobús o estacionar encima de la acera.
BARCELONA, LA PRIMERA CIUDAD EN RECONOCERLOS
A efectos prácticos, los vigilantes a partir del 1 de julio “tendrán un refuerzo en su defensa jurídica en caso que se produzcan incidentes”, ha asegurado Collboni. Por lo tanto, a partir de ahora “siempre prevalecerá su opinión sobre la de cualquier persona”. Este cambio en la protección jurídica se ha hecho mediante una enmienda al artículo 31.3 de la Ordenanza de Circulación de Viandantes y Vehículos. Una reconocimiento en el que Barcelona es pionera. Ninguna otra ciudad del Estado reconoce a sus vigilantes de parquímetro como agentes de la autoridad.