Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado 13 de junio a un hombre de 31 años, de nacionalidad española y vecino de Barcelona, al que se acusa de provocar nueve incendios en diferentes barrios de Ciutat Vella, en los que utilizaba aceleradores.
La investigación se inició después de una serie de incendios intencionados, el primero de los cuales se produjo el pasado 12 de mayo. Durante todo un mes, los agentes siguieron la pista del pirómano hasta que pudieron detenerlo.
El presunto culpable actuaba de madrugada y seguía siempre el mismo modus operandi: utilizaba aceleradores de fuego como pastillas para barbacoa y alcohol, además de usar un espray de color negro con el cual pintaba la fachada del edificio o los interfonos.
Los incendios se han concentrado en los barrios de la Ribera, Santa Caterina y el Born, todos en el distrito de Ciutat Vella. Alguna de las calles afectadas por los incendios sufrió más de un fuego. El presunto pirómano fue detenido in fraganti, cuando hizo explotar un artefacto incendiario en el portal de un edificio que ya había sufrido dos ataques similares en las semanas anteriores.
La sucesión de los incendios provocó nerviosismo y alarma entre los vecinos. Los mossos han destacado la importancia de la colaboración ciudadana para poder detener al autor de los fuegos.
El detenido cuenta con antecedentes que se remontan al año 2011 por delitos similares. Ahora, tras su detención, se le acusa de siete delitos graves de daños con agravante de incendio, un delito de incendio con riesgo para las personas y un delito grave de daños con agravante de estragos.