Bélgica comunicó a España sus sospechas sobre el imán

Bélgica sospechaba del comportamiento del imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty, al que los cuatro detenidos han culpado como cerebro de los atentados, y así se lo hizo saber a España. En concreto, la alerta vino desde la localidad de Vilvoorde, vinculada a los atentados de París y Bruselas. Fue su alcalde, Hans Bonte, el que trasladó a las autoridades españolas que la propia comunidad musulmana de la zona sintió recelos hacia el imán, pero ni a un gobierno ni al otro les constaba que tuviera vínculos directos con actos terroristas.

En una entrevista concedida a EFE, Bonte dice que explicó que ”el imán de la vecina localidad de Diegem vino a preguntarnos por él, al vivir en Vilvoorde. Les parecía un hombre extraño, que decía que venía de España porque allí no tenía futuro y que se autoproclamaba imán, aunque no tenía ningún papel para acreditarlo”.

Es Satty vivió a principios de 2016 en esta pequeña localidad situada a 12 kilómetros de Bruselas, donde no encontró apoyo y sí muchas reticencias. Según asevera el alcalde, "pese a que no había pruebas ni antecedentes, la comunidad musulmana de la zona decidió expulsarle de la mezquita" y que fueron ellos " los que se dirigieron directamente a la Policía y eso no siempre es así en otros lugares".

PLANEABA INMOLARSE

El pasado lunes, el mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, confirmó que el cuerpo del imán era uno de los hallados entre los restos de la casa calcinada en Alcanar (Tarragona) tras la deflagración. Era, según pesquisas policiales, el escenario en el que se preparaba un atentado mayor en el que el imán planeaba inmolarse con explosivos, tal y como declaró el lunes Mohamed Houli Chemial en la Audiencia Nacional.

En ese mismo lugar, en la casa de Alcanar, se encontraron más de 100 bombonas de butano, "gran cantidad de clavos para ser utilizados como metralla", así como "productos como acetona, agua oxigenada, bicarbonato" y "pulsadores para iniciar la explosión", según declaraciones de los Mossos.

EL IMÁN, CEREBRO DE LOS ATENTADOS

La misma investigación apunta que el imán podría haber utilizado su piso en Ripoll, en la calle San Pere, para ultimar algunos preparativos del atentado que preparaba junto al resto de integrantes de la célula yihadista. Durante tres días, abordó el qué y cómo con los jóvenes para poco después, desplazarse hasta la casa de Alcanar, donde tras la explosión, se truncaron todos sus planes.

Fue entonces cuando recurrieron a su plan B: el atropello masivo que acabó con la vida de 13 personas en la Rambla y más de un centnera de heridos. Después, el terrotista huido asesinó a un joven en Zona Universitaria para darse a la fuga mientras otros cinco integrantes de la célula volvieron a cometer un acto terrorista de madrugada en Cambrils (Tarragona). ESte lunes, los cuatro detenidos declararon en la Audiencia Nacional, un día después de que Abouyaaqoub fuera abatido entre viñedos de Subirats (Barcelona).