La peor pesadilla que puede vivir un conductor de metro es arrollar a una persona con el tren. Afortunadamente estos sucesos no ocurren cada día pero sí con la suficiente regularidad como para que sea un tema preocupante.

Javier García es un conductor del Metro de Barcelona que ha tenido la mala suerte de presenciar más suicidios que la mayoría de trabajadores. Según especialistas consultados por BBC News, el medio que ha destapado su historia, un conductor no suele vivir más de dos arrollamientos en su carrera. En el caso de Javier en total han sido ocho, ocho vidas que lleva tatuadas en la piel

"Mis tatuajes en mi cuerpo reflejan mi historia vivida", explica Javier. En su brazo derecho lleva tatuado el número 13, el tren que conducía cuando trabajaba para TMB y con el que fatídicamente arrolló a cinco personas. Al lado también tiene tatuado el número ocho, haciendo una clara referencia a las víctimas.

UN TEMOR HECHO REALIDAD

"Desde el principio uno de los principales temores que tienes es que haya alguien en las vías, o que se te tire o que se te caiga y lo arrolles". Javier explica que a los tres meses de trabajar como conductor, en 1991, una chica de 16 años vino corriendo por el andén y a la altura de la cabina se tiró de cabeza contra el cristal. Rebotó, cayo a las vías y el tren la arrolló.

Otro de sus episodios traumáticos lo sufrió semanas antes de Navidad, cuando otra persona se tiró a la vía. En este caso decidió tomarse 13 días de baja, pero cuando volvió al trabajo la peor de sus pesadillas volvió a ocurrir: arrolló a un hombre de 80 años que saltó a la vía, se puso de rodillas y puso la cabeza en el raíl. 

En ese momento Javier se sumió en una depresión, hasta un día se fue a la playa e intentó quitarse la vida. Ese día, cuando volvió a casa llorando, se dio cuenta de lo que iba a hacer: "Recapacité y pensé que tenía que empujar el carro y tirar para adelante con mi hija de dos años". 

"PIENSAS QUE SE PUDO HABER EVITADO"

En todas estas situaciones Javier explica que es inevitable sentirse mal: "No nos echamos la culpa pero sí que nos sentimos partícipes, porque piensas que siempre se pudo haber evitado".

Javier señala que cuando uno vuelve a trabajar después de haber presenciar un suicidio "las dos primeras semanas son fatales pero después lo superas".  

UNA TRADICIÓN FAMILIAR 

Javier es una persona que nació "con el metro en la frente". Su padre tenía el mismo oficio que él y ya desde pequeño tuvo claro que quería seguir con la tradición familiar. "Para un niño una máquina de tren es un juguete grande", explica. Cuando se hizo mayor primero se alistó al ejército y después, cuando volvió, su padre lo ayudó a entrar en TMB. Actualmente Javier sigue trabajando para la misma empresa pero no como conductor de tren. 

UN TEMA TABÚ EN LOS MEDIOS

Desde siempre, los suicidios han sido un tema tabú en los medios de comunicación. Se creía que si se difundía este tipo de información se incitaba a otras personas que también lo tenían en mente a dar el mismo paso.

Recientemente, sin embargo, algunos periodistas han vuelto a sacar el tema a debate. Consideran que se debe tratar porque es un suceso preocupante que también afecta a la sociedad. Eso sí, creen que se debe tener un trato respetuoso con estos temas, midiendo mucho las palabras y los enfoques. 

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