Un día del pasado julio de 2019 un hombre sin camiseta atacaba a machetazos uno de los portales de la calle dels Salvador del Raval. El origen del conflicto, una vez más, se hallaba en los narcopisos de esta estrecha callejuela, que sufre desde hace meses el trapicheo constante y las amenazas de los traficantes contra los vecinos, que han subido de tono durante la pandemia.
Los vecinos de este punto de Ciutat Vella explican que durante un tiempo parece que desapareció del mapa. Pero regresó en abril, pocas semanas después de estallar la crisis sanitaria. Un vídeo colgado en las redes sociales mostraba al individuo saltándose el confinamiento y haciendo ejercicio en la calle. Lo publicó uno de los vecinos de esta comunidad, muy movilizada y siempre atenta para denunciar con imágenes y fotografías la compra y venta de la droga.
MÚLTIPLES AMENAZAS
Empezaron las numerosas amenazas contra los vecinos, que se fueron agravando y afectaron a más residentes. Las denuncias puestas en la Guardia Urbana contra la misma persona se han acumulado en las últimas semanas. Hasta este martes. Finalmente, dos últimas denuncias por amenazas y la petición de una orden de alejamiento han logrado sentar en el banquillo a este presunto traficante, implicado en los negocios de los camellos del Raval.
La calle dels Salvador, fotografiada en abril / METRÓPOLI ABIERTA
El juzgado número 2 de Barcelona escuchará a partir de las once de la mañana al acusado, dos víctimas y dos testigos, que pretenden relatar los múltiples escenarios de amenazas, coacciones e intimidación de este individuo contra los inquilinos de la calle dels Salvador. Tras 13 denuncias puestas en poco más de un mes, el hombre rendirá cuentas ante el juez.
RELACIÓN CON LOS TRAFICANTES
"Sospechamos que se dedicaba a ocupar pisos y revenderlos a los narcotraficantes. Siempre que se nos encaraba nos decía que él no traficaba", comenta uno de los vecinos. Hace unos días, sin embargo, el hombre reconoció a otro residente que vendía marihuana.
A finales de abril, la acción espontánea de uno de los vecinos amenazado que ante la presencia del hombre bajó a la calle y denunció lo sucedido a una patrulla de la urbana, siete vecinos previamente también amenazados se sumaron. Una denuncia se convirtió en una colectiva con ocho víctimas. Ese día, otra pareja gay denunciaba al individuo por insultos homófobos de días atrás.
'NO HABRÁ PAZ'
Esta calle del Raval, casi limítrofe con el Gòtic, define a un hombre "violento". Estos días se ha dedicado a amedrentar a los vecinos uno por uno para que quiten las denuncias. "Si no quitas la denuncia nunca habrá paz", cuentan que llegó a proferirle hace poco a una vecina. Las dos últimas acusaciones, presentadas a los Mossos d'Esquadra, llegaron al juzgado que la semana pasada citó a los afectados.