La Guardia Urbana de Barcelona investiga las pintadas azules realizadas en el barrio de la Vila de Gràcia desde el fin de semana pasado. Se trata de una acción de protesta de los integrantes del Casal Tres Lliris, una casa okupada en una antigua comisaría de la Policía Nacional en la plaza Lesseps.
El colectivo okupa de Gràcia prepara desde hace días acciones concretas para reflejar su rechazo al futuro desalojo que el Ayuntamiento quiere llevar a cabo. El sábado 14 de noviembre ya se manifiestaron unas 500 personas por los alrededores del casal con una advertencia: "Primer aviso. El casal no se toca".
INFORME POLICIAL
Las plazas de la Virreina y el Raspall aparecieron teñidas de azul hace unos días. Algunos bancos públicos del barrio también han sido coloreados por el colectivo okupa en señal de protesta. Ahora, la Urbana ha abierto una investigación, como avanzaba este miércoles el periodista Emili Puig, y han confirmado a este medio fuentes municipales. Los agentes han redactado un informe, pero desconocen la identidad de los autores.
El Ayuntamiento cedió el espacio a un grupo de jóvenes que lo habían ocupado de manera ilegal. El consistorio puso condiciones que, según explican, no se han respetado. No ha habido un "retorno social" al barrio, no han pedido una licencia para regularizar sus actividades y, además, los vecinos denuncian la celebración de fiestas que causan molestias. Los okupas, sin embargo, se niegan a tirar la toalla y se preparan para resistir.