Detienen en Barcelona a un fugitivo ruso acusado de múltiples delitos fiscales

Los Mossos d'Esquadra han detenido en Barcelona a un hombre de 39 años y nacionalidad rusa que estaba en búsqueda y captura por la Interpol acusado de haber cometido varios delitos financieros en su país y que contaba con numerosos negocios en España que había abierto en los últimos años.

Tal y como ha informado este miércoles la policía catalana, la investigación comenzó en noviembre, cuando la expareja del detenido, que reside en Rusia, denunció que la hija que tienen en común había desaparecido y podría encontrarse con su padre en España.

ORDEN DE BÚSQUEDA Y CAPTURA

En el marco de las gestiones para comprobar esta denuncia y tratar de localizar al padre de la menor, los Mossos identificaron a en Barcelona a un hombre ruso con alto poder adquisitivo que coincidía con los datos de los que disponían sobre el sospechoso buscado por la Interpol.

De hecho, las gestiones para localizarlo fueron especialmente costosas, ya que el investigado era consciente de que tenía pendiente una orden de búsqueda y captura internacional y había evitado constar como titular de los numerosos inmuebles, vehículos y negocios que tenía en España. Dificultó además su detención su alta movilidad, puesto que se trasladaba constantemente entre diferentes países europeos en los que también mantenía negocios.

DETENCIÓN EN BARCELONA

Pese a ello, los investigadores lograron comprobar que el sospechoso había huido de Rusia en 2012 y había estado escondido desde entonces en diferentes países como Bielorrusia y Chipre y, una vez ubicado en España, se había movido entre Madrid y Barcelona, donde había abierto en los últimos años varios establecimientos de restauración.

Después de muchas pesquisas, los Mossos dieron con él a finales de la pasada semana en una casa unifamiliar situada en una urbanización de Premià de Mar, rodeado de fuertes medidas de seguridad.

Finalmente, el jueves establecieron un dispositivo para detenerlo en Barcelona cuando se dirigía a una entidad bancaria, en un vehículo con vidrios teñidos y escoltado por personal de seguridad, para tratar asuntos empresariales con sus abogados.