Desmantelado un narcopiso en un 'bunker' de L’Hospitalet
El sótano disponía de una cámara de videovigilancia para detectar la presencia policial
7 abril, 2021 12:37Noticias relacionadas
Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de L'Hospitalet de Llobregat han desmantelado un punto de venta y consumo de cocaína adulterada ubicado en un sótano del municipio y que disponía de una cámara de videovigilancia para detectar la presencia policial.
La operación se llevó a cabo el pasado 30 de marzo con una entrada y registro en el domicilio, donde localizaron a uno de los responsables de la venta de droga, un joven de 21 años que fue detenido, y a ocho consumidores, uno de ellos menor de edad.
DROGA ADULTERADA
En un comunicado, la policía catalana ha explicado que la investigación arrancó en diciembre, cuando los agentes tuvieron conocimiento de que unas personas habían ocupado un domicilio, en el sótano de un edificio de L'Hospitalet, y que desde entonces empezó a haber una afluencia continuada de consumidores de drogas.
Las primeras pesquisas permitieron averiguar que un hombre podía estar suministrando una sustancia conocida como "basuco", confeccionada con cocaína y adulterantes, a personas adictas y toxicómanas, y que otros podían estar colaborando con éste en la actividad delictiva.
SISTEMA DE VIGILANCIA
Durante la investigación, los agentes detectaron que el sospechoso, que se movía de forma muy discreta y apenas salía del domicilio, y algunos de sus colaboradores habían instalado una pequeña cámara de vigilancia en la fachada del edificio con la que controlaban los movimientos de los vecinos y también intentaban detectar la presencia policial.
Finalmente, el operativo policial pudo anular el sistema de vigilancia de los investigados y acceder a la vivienda, donde localizaron a uno de los responsables de la venta de droga y a ocho jóvenes consumidores.
LIBERTAD CON CARGOS
Los agentes detuvieron al responsable, que se encontraba en el domicilio, como presunto autor de un delito de tráfico de drogas y los denunciaron por la vulneración de la normativa en materia de protección de datos, por la instalación no autorizada de cámaras de vídeovigilancia, cuyas sanciones van desde los 600 a los 600.000 euros.
El arrestado pasó a disposición judicial y el juez instructor decretó su libertad con cargos. Los Mossos mantienen la investigación abierta y no descartan nuevas detenciones.