Los cuatro hombres acusados de tres asesinatos y un cuarto intento, presuntamente una venganza contra otro grupo de narcotraficantes que les robó un alijo de cocaína, han negado que estén involucrados en los crímenes y que estuvieran en el lugar donde ocurrieron.
Los acusados han declarado este jueves en la Audiencia de Barcelona ante el jurado que desde el 28 de abril ha oído los testimonios de una cincuentena de personas, entre policías y testigos.
VENGANZA CONTRA UNA BANDA DE NARCOTRAFICANTES
A preguntas de sus abogados, han negado que participaran en los asesinatos o los presenciaran, y todos han rechazado contestar a la Fiscalía, que pide imponerles una condena a prisión permanente revisable por cada crimen (tres condenas a cada uno), sumadas a las penas por intento de asesinato (20 años) y tenencia ilícita de armas (2 años).
Según el escrito de acusación de la fiscal, los crímenes son una venganza por el robo en casa del líder del grupo –también es uno de los acusado en el juicio–, que servía como almacén de droga para la banda.
TRES ASESINATOS Y UN CUARTO INTENTO
Supuestamente, un miembro del grupo les había traicionado y ayudado al grupo contrario a entrar en la vivienda, y a modo de venganza le llevaron a un polígono industrial de Sant Joan Despí y le ejecutaron con un tiro en la cabeza, que tenía tapada con un saco.
Dos días más tarde entraron en la casa de otro de sus contrarios y dispararon contra las cuatro personas que había: tres rivales y la pareja de uno de ellas, que sobrevivió a un disparo en el cuello.
Para entrar en la casa captaron a un miembro de la banda contraria que accedió a ayudarles llamando al timbre, de forma que el dueño de la vivienda abrió la puerta confiado porque conocía al hombre que había fuera.