El incendio que afecta a los términos de Castellví de Rosanes y Martorell, en Barcelona, continúa activo tras calcinar unas 200 hectáreas, en su mayoría de terreno forestal, en el peor de estos siniestros ocurrido este verano en Cataluña.
La principal hipótesis con la que trabajan los Agentes Rurales de la Generalitat es que el origen del incendio es una negligencia de origen humano, sobre las que han recogido diversas evidencias y por las que un Juzgado de Martorell ha abierto diligencias.
NEGLIGENCIA DE ORIGEN HUMANO
El fuego habría comenzado hacia las 16.00 horas de este martes al final de la calle Tarragona de Castellví y se extendió, empujado por el viento de poniente, hacia la parte superior de una zona montañosa. Los Bomberos de la Generalitat han trabajado durante toda la madrugada con 67 dotaciones terrestres, y con la luz del día se han incorporado 7 medios aéreos, con el fin de estabilizarlo durante el día de hoy.
La intensidad de las llamas ha descendido considerablemente coincidiendo con el incremento progresivo de la humedad relativa durante la madrugada, que ha rozado el 60%.
Pese a ello, especialmente en el flanco derecho del incendio ha habido alguna reactivación del fuego debido al viento que ha comenzado a soplar en la zona.
AFECTACIONES EN LA CARRETERA Y VECINOS DESALOJADOS
El Grupo de Actuaciones Forestales (GRAF) y los Equipos de Prevención Activa Forestal (EPAF) han trabajado con herramientas mecánicas, manuales y con fuego técnico en diferentes puntos del terreno con el fin de fijar el perímetro, sobre todo en las zonas más próximas de la autopista AP-7, que se reabrió anoche tras permanecer unas horas cortada.
Según informó el Servicio Catalán de Tráfico, la AP-7 quedó cortada en dos puntos a la altura de Martorell, en dirección Barcelona, entre el punto kilométrico 171 y el 172, y en el Papiol, en dirección Tarragona, entre el punto kilométrico 157 y el 162.
El incendio obligó también a desalojar preventivamente varias decenas de viviendas. Unas 30 familias que fueron desalojadas de sus viviendas como consecuencia del incendio han pasado la noche en hoteles de la zona. Además, los vecinos de las urbanizaciones de Can Sunyer y Valldaina de Castellví quedaron confinados en sus casas.