El 20 de agosto de 2020, un vecino de 20 años del barrio del Clot vivió las dos horas más largas de su vida. Sobre las 10.30h, tres hombres armados con cuchillos y una mujer interrumpieron abruptamente el aburrimiento de una calurosa mañana de un día laboral. Los secuestradores lo llevaron hasta un piso del número 94 de la avenida Meridiana, a unos metros de su tienda, y pidieron un rescate de 10.000 euros a su madre que en ese momento se hallaba fuera del negocio. Así empezó la mañana para la familia de este chico, que actualmente sigue recibiendo ayuda psicológica.
Fuentes cercanas al caso explican a Metrópoli el desarrollo de un secuestro exprés que terminó con dos de los cuatro implicados detenidos. Los otros dos pudieron escapar de la policía. El 29 de septiembre está previsto que se celebre el juicio por un delito de detención ilegal y otro de amenazas.
PISO OKUPADO
Los captores llevaron a la víctima hasta un piso okupado del cuarto piso. Allí vivía la única mujer del grupo, una persona con antecedentes por robo y que se lucraba realquilando de manera ilegal varios pisos del edificio. A Raúl (nombre ficticio) le ataron las manos con unas bridas y lo sentaron en una silla del salón. A su alrededor había paquetes con polvos blancos similares a la cocaína, marihuana, cuchillos de grandes dimensiones y alguna pistola.
La mujer secuestradora, A.M.F, llamó a la madre del chico. Se conocían desde hacía años, pues la supuesta captora había comprado en numerosas ocasiones en su tienda de alimentación. "Tenemos a tu hijo. Si quieres volver a verlo ven con 10.000 euros. No llames a la policía", le dijo. La progenitora, sin embargo, llamó inmediatamente a los Mossos d'Esquadra y, tras dos horas de espera, decidió acudir al piso para recuperar a su hijo.
DELITO 'EN CALIENTE'
Subió acompañada de una vecina y un trabajador que realizaba unas obras en el edificio. Entró sola y tras un forcejeo con los secuestradores, las otras dos personas empezaron a aporrear la puerta. La madre logró zafarse de los secuestradores, liberar al chaval y bajar corriendo al negocio familiar, donde lo escondió bajo el mostrador.
Varios coches de policía llegaron al inmueble sobre las 14.00h. Los Mossos detuvieron a C.M.D, uno de los tres hombres que presuntamente participaron en el secuestro. A pesar del aviso de la madre, que informó sobre la localización de la mujer, la policía no llegó a entrar en el piso. Fuentes de la policía catalana señalan que los agentes solo pueden entrar en un domicilio cuando tienen indicios de que se ha cometido un "delito en caliente", esto es, cuando los policías están persiguiendo a un sospechoso y este se encierra en una casa o en cualquier lugar.
JUICIO
Pocos días después del suceso la mujer fue arrestada. Salió en libertad al cabo de unas horas y abandonó el edificio para siempre. Los abogados de la acusada intentaron, sin éxito, intentar llegar a un acuerdo con la víctima. No obstante, la familia no retiró la denuncia y el proceso judicial seguirá su curso hasta el 29 de septiembre cuando, en principio, los dos supuestos secuestradores serán juzgados.