Tras una primera noche de fiesta mayor en Sarrià con pequeños disturbios en la zona alta de Barcelona y ocho detenidos, este sábado la policía no ha querido arriesgar. Un fuerte dispositivo de Guardia Urbana y Mossos d'Esquadra blindaba la plaza de Sarrià desde antes de medioanoche. Desde el aire, un dron de la policía catalana ha localizado a dos presuntos ladrones que han sido detenidos por agentes de paisano. La segunda noche ha sido más tranquila y se ha cerrado con el lanzamiento de un par de botellas en el desalojo de la plaza.
Albert Batlle, teniente de alcalde de Seguridad de la ciudad, era consciente de la importancia de evitar una segunda noche movida, sobre todo una semana después de los graves disturbios de la Mercè con 70 detenidos, ataques a la policía y múltiples destrozos en la vía pública. A las 00:30 horas, el mismo regidor supervisaba el desarrollo de la fiesta en la línea policial, con un fuerte protagonismo de los agentes de la UREP, la unidad de la urbana con formación para contener masas y desórdenes públicos.
IDENTIFICACIONES
Batlle observaba como sus hombres sacaban de la masa a algunos jóvenes para identificarlos. En total hubo una decena de identificaciones que provocaron algunas quejas entre algunos asistentes, pero la cosa no fue a más.
La música seguía sonando y medio millar de adolescentes y jóvenes que no superaban la veintena saltaban al ritmo de la música electrónica. Como viene siendo habitual en las últimas semanas, nadie llevaba mascarilla y no se respetaban las distancias de seguridad. La policía, eso sí, no permitió el botellón, gracias a varios controles que impedían a nadie entrar con botellas y bebidas.
Una quincena de furgones policiales vigilaba desde diferentes ángulos la fiesta. Policías de paisano contemplaban los movimientos de los asistentes desde una distancia más corta. La noche del viernes habían detectado pequeños grupos de delincuentes que aprovechaban la concentración de personas para cometer robos. El final de la primera noche de fiesta se saldó con barricadas y lanzamientos de objetos contra los agentes.
CRÍTICAS DE LA COMISIÓN DE FIESTAS
Desde la comisión de fiestas de Sarrià, Laia Guillén se desmarcaba de grupos de personas "que buscan jaleo" y denunciaba la "inseguridad" que sentían por alguna pelea y un robo que se había cometido alrededor de las 20.00. "Es el ambiente que se respira", se quejaba la joven.
Sobre las 02.30, agentes de la Brimo de los Mossos por un flanco, y policías de la UREP por otro avanzaban lentamente y barrían a la multitud en dirección a la Via Augusta. La multitud se fue dispersando poco a poco y sobre las 03.00 solo quedaban decenas de jóvenes en los alrededores de Via Augusta.
Los Mossos detuvieron en total a cinco personas: dos por hurtos, uno por delito de atentado a los agentes de autoridad, uno por un robo violento y otro por un requerimiento judicial. Los otros tres arrestos se produjeron en Ciutat Vella. El Servei d'Emergències Mèdiques (SEM) hizo cuatro asistencias: dos por ingesta de alcohol y drogas y otras dos por contusiones. Nadie resultó herido.