Un vigilante de seguridad de Renfe de la estación de Sant Andreu Arenal, en Barcelona, reanimó el pasado 28 de septiembre a una mujer, trabajadora de la cafetería del recinto, con la ayuda de un desfibrilador instalado en la parada.
Los hechos pasaron en torno a las 8.30 horas, cuando la trabajadora se desmayó a causa de una parada cardíaca, y el vigilante la atendió.
PARADA CARDÍACA
El profesional llamó a los servicios de emergencia y le practicó la maniobra de resucitación cardiopulmonar.
Con la ayuda del desfibrilador consiguieron que la mujer recuperara el pulso para poder trasladarla hasta un centro hospitalario.
DESFIBRILADORES
Desde Renfe han explicado que en Cataluña hay 15 estaciones de Rodalies que cuentan con desfibriladores.
De hecho, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) está instalando dispositivos de desfibrilación automáticos en las estaciones de las ocho líneas de Metro como medida de prevención de las muertes repentinas por paro cardíaco. Una medida que fue anunciada en septiembre de 2020, y que a final de año estará disponible en toda la red.
Los aparatos son del tipo desfibrilador externo automático (DEA) y los puede utilizar cualquier persona, aunque no tenga conocimientos sanitarios. En una primera fase, la instalación se ha realizado en las 24 estaciones que hacen funciones de intercambio con otros transportes ferroviarios, que son las más frecuentadas dentro de una red en la que se producen 1,3 millones de desplazamientos diarios.
UBICADOS EN LA PARTE CENTRAL DEL ANDÉN
Los aparatos van colocados dentro de unas cajas situadas en el sector central de los andenes, y están equipados con un sistema de geolocalización para tenerlos ubicados permanentemente y detectar si se está haciendo uso de ellos. También se está colocando señalización en diferentes puntos de la estación para ayudar a encontrarlos en caso de necesidad. Para facilitar su utilización rápida y segura solo hay que seguir las instrucciones sonoras que el mismo aparato va dando.