El relato de J.B y F.S refleja la desesperación de dos hombres que buscan justicia. Denuncian que entre 2016 y 2017 fueron víctimas de una estafa junto a nueve personas más por parte de Joaquim Fenoy, un supuesto experto en criptomonedas. Los afectados le prestaron 408,68 bitcoins valorados entonces en 2,5 millones (en la actualidad equivalen a 17 millones) y 441.000 euros con la promesa de obtener unos suculentos beneficios tras la compraventa de esta moneda en Grecia.
Nunca vieron la recompensa acordada, firmada a través de varios contratos entre particulares y pactada con contratos verbales con el acusado. Cinco años después, los afectados, la mayoría afincados en Barcelona, tampoco han recuperado su dinero. Aseguran que en los juzgados no se ha movido un papel y reclaman a los jueces que atiendan su caso. Fenoy defiende su inocencia con "excusas" y diferentes "historias", según estos dos hombres, que no entienden la inacción de los tribunales.
"QUE PAGUE EL DAÑO QUE HA HECHO"
En conversación telefónica, J.B, vecino de Barcelona, insiste en subrayar que las víctimas son ellos, los 11 afectados. "Pecamos de ser buenas personas y confiamos en alguien que no tiene escrúpulos. Quiero que la justicia actúe y que pague todo el daño que ha hecho", señala. Se percibe el resentimiento acumulado desde el dispositivo móvil. También por parte de F.S, un inversor de Pamplona que decidió confiarle a este presunto visionario 6 bitcoins cuando la moneda valía unos 5.000 euros. Hoy el bitcoin tiene un valor de 41.600 euros, un cambio que elevaría la cifra inicial de 30.000 euros prestada a los actuales 250.000 euros. Ambos desean ver a Fenoy entre rejas.
J.B no le prestó dinero, pero sí su red de contactos, que Fenoy aprovechó para supuestamente engatusarles con un negocio que tenía entre manos. Esto le acarreó unas "presiones brutales" por parte de los afectados que soportó en solitario. La confianza entre sus socios estalló en mil pedazos, así como alguna amistad. Hoy sigue un tratamiento por ansiedad y ya apenas se acuerda de la comisión que él debía sacar del negocio pactado. Solo tiene malos pensamientos contra el individuo al que F.S describe como un "hombre que se cree sus propias mentiras".
EL FRACASO DE BITCHAIN
La jugosa operación consistía en vender criptomonedas en Grecia, donde resultaba complicado adquirirlas. Para ello, Fenoy creó junto a los hermanos Alcaraz la empresa Bitchain, un proyecto promesa que quería establecer una red de 40 cajeros de bitcoins, pero que naufragó junto a sus creadores, con varias querellas acusatorias por estafa. En 2019, los hermanos Jordi y Miguel aceptaron una condena de un año de cárcel y la devolución de 180.000 euros por la falsa compra de bitcoins por otro caso.
Dos contratos de préstamo entre particulares del 24 y 25 de julio de 2017 a los que ha tenido acceso este periódico describen los acuerdos entre ambas partes. En un contrato en el que Fenoy recibe 200 bitcoins se firma la devolución del 6% de los intereses cada 15 días. El importe se enviará "puntualmente" en criptomonedas o en euros. "Todas las transacciones relacionadas con este contrato quedarán visibles en el Blockchain de bitcoin www.blockkchain.info, un libro de cuentas transparente de todos los movimientos para todas las partes".
CUATRO JUECES
La desesperación de los afectados se traduce en incredulidad en el bufete barcelonés que defiende los interesados de los querellados. "El caso ya ha pasado por las manos de cuatro jueces", denuncia Jorge Ortega desde el Bufete Ortega. Para la abogada responsable del caso, Clara Inés Sarmiento, los jueces "no están formados" para investigar casos de estafa con criptomonedas. "Dejan pasar el tema. Ningún juez ha comisionado el caso a la policía. Hacemos llamadas, escribimos correos electrónicos, pero nada. Ni caso", replica la letrada.
Las "historias" y "excusas" de Fenoy –como una rocambolesca historia con la mafia china de protagonista, el bloqueo de las criptomonedas o la pérdida del portátil– dieron paso al silencio. Cansados de no tener explicaciones sobre su dinero, los afectados presentaron una querella en el Juzgado de Instrucción e Instancia número 4 de Vilafranca del Penedès. Lo acusaban de estafa, apropiación indebida y falsedad documental. El acusado declaró ante un juez y quedó libre sin medidas cautelares. El caso no se ha archivado.
ESTAFA PIRAMIDAL
Para F.S la cosa está clara. Fueron víctimas de una estafa piramidal tipo Ponzi. La comunidad financiera Rankia la define así en su portal: "Los mercados de criptomonedas vienen a ser la versión de la Bolsa, acciones y activos en los que el estafador invierte y en base a la que realiza la estafa piramidal, a partir de captar clientes al convencerlos que invertirán en criptodivisas con su dinero generando un alto beneficio".
Convencido por un conocido al que las primeras operaciones con Fenoy le salieron bien, el pamplonés aceptó la propuesta de negocio de este gerundense de Gelida. Lo que hacía el hombre, según los afectados, era devolver los primeros beneficios con dinero de nuevos inversores sin realizar ninguna operación. "Más que el dinero perdido, lo que me perjudicó fue el daño psicológico, el desgaste mental que produce un engaño así", comenta F.S. El pamplonés considera el estancamiento del caso en los tribunales una "falta de respeto" hacia la justicia. "Nadie quiere investigar. Espero que haya un juez valiente que le de salida", pide.
¿VIOLACIÓN DEL DERECHO DE LOS AFECTADOS?
El bufete Ortega elevó una queja formal a la Comisión de Relaciones con la Administración y la Justicia (CRAJ) donde criticaba la "excesiva morosidad" del juzgado de Vilafranca. Los letrados denuncian que existen escritos pendientes de resolver desde junio de 2019, "violando con ello el derecho fundamental a la tutela efectiva" de los 11 afectados. Sarmiento piensa que el tiempo transcurrido dificulta la obtención de las pruebas necesarias para condenar al acusado, todo ello sin saber si este ha maniobrado para "ocultar su delito", si se ha marchado del país, o bien si puede devolver los 2,5 millones de euros supuestamente estafados.
Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) señalan que la causa está en instrucción y que fue declarada "compleja". Se ha ralentizado debido a la cantidad de querellantes y a los trámites con los bancos, señala una portavoz judicial. La abogada Sarmiento replica que el banco en cuestión de Fenoy ya contestó hace mucho tiempo con las transacciones del acusado. La letrada cree que en esta cuenta registró movimientos con las criptomonedas de sus clientes.
LA VERSIÓN DE FENOY
Consultado por Metrópoli Joaquim Fenoy asegura que el negocio de Grecia fracasó porque fue víctima de una estafa en el mismo país. Dice que algunos de los afectados son en realidad coautores del caso Arbistar, una macroestafa con criptomonedas juzgada en la Audiencia Nacional. Un días más tarde dio otra versión, según la cual habrían participado en la estafa del caso Kuailian. El bufete Ortega lo niega categóricamente. Sarmiento también niega que alguno de sus 13 clientes hayan pedido el sobreseimiento del caso contra Fenoy.
En su relato, Fenoy –que asegura vivir en la "miseria más absoluta" y que se alimenta de Cáritas– denuncia un supuesto secuestro realizado por media docena de querellados en un bar de Zaragoza donde el asesor en criptomonedas se citó con un interesado en su negocio el 9 de noviembre de 2017. "Como no nos respondía y nos debía cientos de miles de euros fuimos a hablar con él cara a cara. Nos dio excusas que ya habíamos oído como que le habían robado el móvil y nos propuso ir a Barcelona para que pudiera cerrar un negocio y darnos, así el dinero", cuenta.
UN 'EXPERTO' EN BITCOINS
"¿Cómo puede un secuestrador usar su propio teléfono para llamar?", se pregunta F.S. Él decidió no ir a Barcelona y regresó a Pamplona con la idea de denunciarle. El caso de las presuntas coacciones sigue en instrucción. El juicio está previsto para el 15 de septiembre, según J.B. En Barcelona, agentes de la Benemérita detuvieron a los sospechosos. Un juez les dejó en libertad aunque decretó un orden de alejamiento. En su defensa, Fenoy aporta su absolución en otra denuncia de sus antiguos socios, los hermanos Alcaraz, que lo habían acusado de revelación de secretos.
Los damnificados advierten de que el presunto embaucador ha seguido actuando presentándose como un experto en bictoins. Hace un tiempo descubrieron que iba a participar en una charla como ponente. "Sigue dándoselas de un hombre de éxito". El grupo contactó con la organización y tras leer información sobre Fenoy en Internet, incluida la página web formada por los afectados donde lo definen como el "mayor estafador de bitcoin de España", cancelaron su participación.