CSIF, sindicato de la Urbana: "Quieren ponernos una mordaza"

El secretario de organización de CSIF y agente de la Guardia Urbana, Eugenio Zambrano, opina que la nota informativa enviada por el jefe de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, en la que dice que los agentes que filtren información a la prensa se pueden enfrentar a responsabilidades penales y/o disciplinarias, es un intento de coartar la libertad de expresión. "La censura visita a la Guardia Urbana", dice.

Según el policía, en 32 años de profesión y actividad sindical, nunca había visto nada semejante. "Quieren ponernos una mordaza para que no hablemos de los problemas de seguridad de Barcelona. Hay una mala gestión policial en la Guardia Urbana por parte del intendente mayor Velázquez. Y a nivel político, por parte de la alcaldesa Ada Colau y del teniente de alcaldía de Seguridad y Prevención Albert Batlle". El representante sindical asegura que no tiene constancia de ningún caso de "censura" similar en otros cuerpos policiales. "Cuando hablamos de los problemas de seguridad de la ciudad no revelamos ningún secreto", afirma.

LOS SINDICATOS, UNA FUENTE PARA LOS MEDIOS

En su defensa de la libertad de expresión, Zambrano recuerda que "lo que no sale en los medios de comunicación no existe" y que "no se puede secuestrar la información". "Con esta nota informativa se quiere amedrentar a toda la plantilla. Muchos medios acuden a los sindicatos para que les informemos por la falta de transparencia del Ayuntamiento de Barcelona". "Quieren coartar que cualquier empleado público pueda dar una opinión o una información sobre la seguridad de Barcelona".

Zambrano está de acuerdo en que no se pueden filtrar informaciones que estén bajo secreto sumarial o que puedan poner en riesgo a una víctima o una investigación en curso. "La Jefatura quiere tener el monopolio de la información para evitar que salga a la luz su mala gestión. No hay transparencia y si la Administración colaborase con los medios de comunicación e hiciese autocrítica estas notas no se enviarían. No se puede poner un bozal a los empleados públicos. Todos sabemos cuáles son nuestros límites para saber de lo que podemos hablar o no. Es bueno que se abra un debate político, social y profesional".

La Guardia Urbana detiene a un hombre / GUARDIA URBANA

Zambrano asegura que en ninguna información aparecida en los medios de comunicación ha visto aspectos que pueden poner en peligro a una víctima o una investigación. "Nunca he percibido tal imprudencia", subraya. En la nota enviada por Velázquez, el intendente mayor de la Guardia Urbana dice que las filtraciones "pueden comportar perjuicios muy relevantes en la investigación policial y, especialmente, para las víctimas de los hechos delictivos y de sus familiares, que podrían conocer por la prensa antes de ser informados de forma oficial".

LA REVELACIÓN DE SECRETOS, PERSEGUIDA POR EL CÓDIGO PENAL

Desde otro sindicato de la Guardia Urbana, UGT, la nota informativa enviada por Velázquez se valora de forma distinta. De entrada, el portavoz del sindicato y agente de la Guardia Urbana, José Casas, recuerda que la revelación de secretos por parte de un funcionario público está perseguida por el Código Penal. "Nosotros vemos bien que se haya enviado la nota a la plantilla porque hay unos canales de comunicación de relación con la prensa".

En el caso de la Guardia Urbana, explica Casas, es la Oficina de Relaciones Institucionales y Comunicación (ORIC), que depende de Jefatura, la que coordina esta labor de comunicación. "Dan la información cuando toca y como toca. Así se evitan malos entendidos". Casas es de la opinión de que si se producen determinadas filtraciones se puede estropear el trabajo de investigación de mucho tiempo. Recuerda que, en cumplimiento de sus funciones, los policías tienen acceso a muchos datos. "Y tenemos que ser muy responsables con la información que manejamos". 

LA FAMILIA DE UNA JOVEN VIOLADA SE ENTERÓ POR LA PRENSA

Desde el Sindicato Independiente de Policías Locales (SIP-FEPOL, en el que se integra el antiguo SAPOL), el portavoz y policía Jordi Rodríguez Lima, ve bien que se haya enviado esta nota informativa a los agentes porque, en ocasiones, se producen casos de filtraciones "excesivas" a la prensa. Asegura que la gota que ha colmado el vaso fue la violación de una joven en la playa de la Barceloneta el pasado 18 de marzo.

En su opinión, en aquella filtración a los medios se hizo "un uso indebido" de la información de la que se disponía, con detalles "poco relevantes a nivel informativo que no se tienen que explicar a la prensa". Y critica que los familiares se enteraron de lo que había sucedido a la chica a través de los medios de comunicación cuando lo normal es que les hubiera informado la policía.

Un profesional de la ORIC de la Guardia Urbana de Barcelona / TWITTER GUARDIA URBANA

Rodríguez Lima explica que desde la Prefectura de la Guardia Urbana le consultaron el envío de la citada nota informativa y se mostró favorable. "Hay informaciones que no se pueden dar a terceros". Desde el SIP, consideran que la Jefatura tiene una manera de funcionar a nivel de comunicación, que se puede compartir o no, "pero nosotros tenemos unas obligaciones morales a no facilitar informaciones que pueden perjudicar a terceros".

LO PRIMERO ES LA SEGURIDAD PÚBLICA, DICE CCOO

Según el responsable de la comunicación del sindicato CCOO en la Guardia Urbana, Jordi Gallart, lo que hace el Jefe de la Guardia Urbana es recordar un procedimiento organizativo que está en vigor y opina que es mejor "recordar que sancionar". En la nota informativa, Velázquez dice las informaciones que se facilitan desde la policía local las coordina la Oficina de Relaciones Institucionales y Comunicación (ORIC), y Gallart sostiene que debe ser así.

Gallart subraya que como policías tienen "unas obligaciones y unas responsabilidades" con la información de la que disponen y no cree que la nota informativa de la Jefatura vaya en contra de la libertad sindical. "No se pueden hablar de investigaciones que están en curso", dice. Añade que nos encontramos en un nivel cuatro de alerta terrorista y por encima de cualquier aspecto "está la seguridad pública". "Las filtraciones se tienen que eliminar", concluye.