Las tormentas que este miércoles azotaron Barcelona y las poblaciones de su área metropolitana se hicieron notar también en algunas comisarías de los Mossos d'Esquadra. Al menos tres instalaciones policiales, incluido el complejo Egara –el cuartel general de la policía catalana ubicado en Sabadell– sufrieron inundaciones de diversa consideración. En la comisaría de Sant Feliu de Llobregat, los policías lidiaron con cascadas y en Sant Boi de Llobregat los saltos de agua se localizaron en el estacionamiento.
El recinto de Sant Feliu ha sido el más afectado. Allí se producen inundaciones desde hace años, según denuncia el sindicato Sap-Fepol. La cubierta del edificio no tiene "suficiente pendiente" y eso provoca que el agua se estanque hasta que se filtra en las dependencias policiales. Los trabajadores aseguran que las "chapuzas" para frenar las filtraciones son insuficientes. "Se tapa un agujero y sale por otros lugares, de forma que el agua cae en cascada sobre los trabajadores, documentación sensible o no, ordenadores y puntos de luz y electricidad", relata en un comunicado el sindicato que advierte que se está poniendo en peligro a los trabajadores.
CUBOS DE PLÁSTICO
Tres vídeos publicados en Twitter por el portavoz de Sap-Fepol, Toni Castejón, muestran cortinas y pequeñas cascadas cayendo sobre pasillos y diversas dependencias. El agua se filtró en abundancia en una sala de la unidad de la policía científica. Un chorro cae incesante sobre las cajas que albergan documentos relacionados con investigaciones. En otros espacios de la comisaría, los policías y resto de empleados se las ingenian para colocar cubos de plástico y pequeños contenedores para absorber el agua de las goteras.
La comisaría de Sant Feliu de Llobregat constituye una Área Básica Policial. En ella se atienden servicios procedentes de 10 localidades, entre ellas Molins de Rei, Corbera de Llobregat y la misma ciudad. El sindicato policial exige un cambio de la cubierta y advierte de que informará a Inspección de Trabajo. Asegura que los bomberos consideran "peligrosa" la integridad de la estructura del edificio.
FILTRACIONES EN EL COMPLEJO EGARA
Las inundaciones también han afectado el complejo Egara, el imponente recinto que alberga a las principales unidades del cuerpo. Allí se filtró agua en dos plantas del edificio, aunque la magnitud fue menor que en Sant Feliu, donde los estragos de la lluvia interrumpieron el trabajo durante horas.
Los árboles desplomados y las ramas caídas han sido el signo más visible de la fuerza de la tormenta que el miércoles azotó Barcelona y las poblaciones de su área metropolitana. Las fuertes lluvias desbordaron ríos como el Sec de Cerdanyola de Vallès y convirtieron algunas calles en auténticos canales. Según el Meteocat, eln el Prat de Llobregat, vecina de Sant Feliu, cayeron 38,7 milímetros de agua por metro cuadrado. En el centro de Barcelona se registraron 32,7 mm.
INUNDACIONES EN UN PARKING
La comisaría de Sant Boi de Llobregat también registró inundaciones. En este caso, el agua se filtró con contundencia hasta un parking que acoge diversos coches y motocicletas de la policía catalana. "Hoy puede ser el parking, pero mañana puede ocurrir en cualquier lugar", avisa Castejón. "Estamos hablando de edificios públicos", enfatiza el policía.
Las inundaciones en la comisaría de Sant Feliu se suman a una larga lista de quejas por parte de Sap-Fepol, que denuncia una "brutal falta de personal" que se traduce en una sobrecarga de trabajo y "situaciones no deseadas" en las que se ha atendido a agentes por personal sanitario. El sindicato relata que unas planchas tapan la luz natural, que el edificio carece de una salida de emergencia "adecuada" y, por último, recuerda la "mala ubicación" de la recepción cuyas columnas "hacen imposible un buen control de accesos".
JUZGADOS DE BADALONA
Las tres comisarías citadas no son los únicos edificios públicos sensibles que han sufrido las consecuencias de la tormenta. Los juzgados de Badalona se convirtieron también en un "parque acuático", como relataba un fiscal en redes sociales, donde compartió un vídeo que muestra cortinas de agua y charcos en las dependencias. La situación de emergencia obligó a interrumpir el trabajo por la peligrosidad que conllevaba para los empleados.