Una multa de seis euros al día durante nueve meses y dos años de inhabilitación, esa es la condena que cae sobre sobre J.C.V, un párroco de la escuela Jesús, Maria i Josep del barrio de Sant Andreu de Palomar a quien se le encontraron más de un millar de archivos fotográficos y de vídeo con material pedófilo en dos dispositivos de su uso personal, entre ellos un ordenador.

El sacerdote llevó los dispositivos al informático de la escuela para su mantenimiento. Fue este último quien identificó todo el material y lo puso en conocimiento de los Mossos d'Esquadra. Poco después de dicha acción, el trabajador del centro, en el que también era profesor, fue apartado de todas sus funciones por decisión de la dirección del centro.

Por su parte, el prelado, de 65 años, también fue apartado de forma cautelar y pasó a residir en la comunidad de la enfermería de Barcelona y sede de la Curia general bajo el control de sus superiores para garantizar que se cumplían las medidas cautelares.

La sentencia, dictada de conformidad por el juzgado de lo Penal número 19 de Barcelona, ha sido difundida esta tarde por la propia Congregación de los Hijos de la Sagrada Familia, que ha trasladado el fallo judicial y la investigación a las instancias canónicas para que también dicten una sentencia en el ámbito religioso sobre el sacerdote.



La sentencia confirma que en los mencionados dispositivos se habían descargado imágenes y vídeos en los que aparecían menores de edad desnudos, y descarta que el material fuera producido por el acusado o compartido con terceros.

Con la conformidad del Ministerio Fiscal y del propio acusado, asistido por un abogado de oficio, la sentencia también dicta la confiscación de los dispositivos electrónicos objeto de la investigación.



La Congregación de Hijos de la Sagrada Familia ha recordado que, desde el momento en que fue denunciado, el religioso fue apartado de sus responsabilidades pastorales y le abrieron un proceso canónico, además de prohibirle cualquier actividad pastoral, celebrar culto en público y cualquier contacto con menores.



También estableció inmediatamente la residencia del religioso en la comunidad de la enfermería de Barcelona y sede de la Curia general bajo el control de sus superiores para garantizar que se cumplían las medidas cautelares.

REPULSA DE LA CONGREGACIÓN

La congregación no ha quitado "gravedad del hecho probado" de que el sacerdote no hubiera producido ni compartido el contenido de la pornografía infantil y ha expresado su "repulsa contundente ante un hecho que nos avergüenza a todos".



La congregación religiosa ha recordado que el ex rector de la parroquia de Sant Andreu "nunca ha sido acusado, investigado o condenado por ningún delito vinculado al abuso de menores, intimidación, ni por ninguna actitud inapropiada, ni alguna otra circunstancia vinculada a su labor pastoral".

Colegio Jesús, Maria i Josep de Escuelas Pare Manyanet en Sant Andreu / GOOGLE MAPS



La congregación religiosa ha comunicado la sentencia judicial dictada por el juez de Barcelona al tribunal eclesiástico que está haciendo la investigación canónica y, a la espera de la resolución correspondiente, mantiene las medidas cautelares sobre el cura condenado.



"La posesión de pornografía infantil es un delito muy grave y que atenta contra los principios y la misión de la Congregación", han dicho sus responsables, que han reafirmado su "compromiso explícito por seguir poniendo todos los medios para prevenir estas situaciones y evitar que estos delitos puedan repetirse, así como la total colaboración con las autoridades judiciales que los persiguen". 

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