La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal que estaría detrás de la estafa de 'phishing' que sufrió el Ayuntamiento de Barcelona, de 300.000 euros.
Según ha informado el cuerpo policial en una nota de prensa, el grupo estaba especializado en estafar a ayuntamientos mediante la modalidad conocida como el 'fraude del CEO'. El consistorio de Barcelona fue víctima de esta organización con una estafa de 300.000 euros.
SEIS DETENIDOS
Los sospechosos supuestamente suplantaban la identidad de una empresa de limpieza mediante mensajes de correo electrónico para conseguir que la administración hiciera una serie de pagos. Seis personas han sido arrestadas como presuntas responsables de los delitos de estafa, falsedad documental y pertenencia a organización criminal. La Policía no descarta futuras detenciones.
AYUNTAMIENTO DE PALMA
La investigación comenzó a raíz de una denuncia presentada por el Ayuntamiento de Palma a finales de abril del año 2022. Su departamento financiero había transferido un importe de más de 300.000 euros como pago por sus servicios a un nuevo número de cuenta que les habían facilitado por correo electrónico, supuestamente, de la empresa de mantenimiento y limpieza que tenían contratada.
En días posteriores al envío de las transferencias bancarias, la auténtica empresa contactó con el consistorio para preguntar por el pago de los servicios prestados, ya que no habían recibido ninguna transferencia.
En ese momento, el Ayuntamiento descubrió que la dirección de correo electrónico de esta empresa había sido suplantada de forma interesada, sustituyendo el número de la cuenta bancaria propiedad de esta empresa por otro ajeno a la misma. Esta cuenta estaría bajo el control de uno de los detenidos, el presunto cabecilla de la organización.
COMPENSACIONES ECONÓMICAS
Las pesquisas arrancaron con la identificación de dos personas que se encontraban en un nivel inferior de la organización, ejerciendo de 'mulas'. Figuraban como los titulares de las cuentas bancarias y su papel consistía en desviar el efectivo finalmente defraudado a cambio de una compensación económica, siguiendo las instrucciones de los cabecillas.
Más tarde se comprobó que el líder de la organización ofertaba estas labores en redes sociales, ofreciendo alrededor de 50 euros a terceras personas dispuestas a abrirse cuentas a su nombre en entidades bancarias. Una vez el líder de la organización obtenía el acceso a estas cuentas bancarias, operaba a su antojo con ellas, utilizándolas como intermediarias para desviar el dinero defraudado.
Durante la investigación y el análisis de las cuentas bancarias por el caso de Palma, los agentes detectaron que el consistorio barcelonés había sido igualmente estafado por el mismo método y mismo modus operandi, llegando el total del dinero defraudado a los 314.000 euros.