Los hurtos y los robos con violencia forman parte del día a día en Barcelona. Los agentes de la Guardia Urbana tienen que hacer frente a diario multitud de hechos delictivos que, en ocasiones, requieren que estos reduzcan a los delincuentes, pero la situación a la que se enfrentó una patrulla el pasado viernes fue particular.

Y es que un hombre se encontraba llevando a cabo robos con violencia e intimidación en El Raval de Barcelona y, junto a él, llevaba a su perro. El delincuente intentaba, ayudado por su mascota, sustraer dos teléfonos y una bicicleta cuando aparecieron los uniformados.

EL PERRO ATACÓ

El can, presumiblemente, se puso nervioso y agresivo durante la detención del atracador, por lo que comenzó a atacar, hiriendo dentelladas a una de las víctimas y a uno de los agentes que participaba en el arresto. Por suerte, pudieron reducir al animal, que ya se encuentra, sano y salvo, en el Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona (CAACB), según explica el cuerpo en un tuit. Por su parte, el ladrón ha sido también arrestado.

Una detención de la Guardia Urbana en una imagen de archivo / GUB

Afortunadamente, la historia ha terminado sin ningún herido de gravedad y representa una clara imagen de aquella máxima que reza no hay malos perros, solo malos dueños.

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