Barcelona se encuentra sumida en una preocupante crisis de inseguridad tras los ocho años de gobierno de Ada Colau. ¿El motivo? El alarmante aumento de hurtos, robos con violencia y tráfico de drogas, entre otros. Estos datos se desprenden del balance de criminalidad elaborado por el Ministerio del Interior, que revela la grave situación que enfrenta la ciudad en términos de seguridad ciudadana, tal y como ha indicado este medio en diversos artículos informativos. El pasado abril, Metrópoli demostró con los datos oficiales del Estado que Barcelona se situó como la capital de provincia con más delincuencia este 2022. Días después, el Ayuntamiento de Barcelona difundió una nota de prensa donde alardeaba de la disminución de delitos en la ciudad, ampliamente difundida por miembros de los comunes en las redes sociales.
Si se observa la evolución de la criminalidad en Barcelona desde el 2015 (cuando entró Colau en la alcaldía) hasta el 2022, el número de infracciones referentes al tráfico de drogas ha aumentado de manera desmesurada. En 2015, se registraron 428 casos, una cifra preocupante por sí sola. Sin embargo, año tras año, los números han ido en constante aumento. En 2016, se reportaron 455 casos, seguidos de 481 en 2017, 502 en 2018 y 519 en 2019. El punto de inflexión llegó en el 2020, año de la pandemia, cuando se alcanzaron los 838 casos de tráfico de drogas. La situación empeoró aún más en 2021, con un registro de 1.073 casos, y en el año 2022 marcó un hito en la historia reciente de Barcelona, con un registro sin precedentes de 1.593 casos de tráfico de drogas. Esta cifra representa un aumento del 271% en comparación con el 2015.
HURTOS Y ROBOS
En lo que respecta a los hurtos, los números son abrumadores. En el año 2015, se registraron 83.430 casos de hurtos en la capital catalana. Sin embargo, esta cifra aumentó drásticamente en los años posteriores, llegando a alcanzar su punto más alto en 2019 con 112.461 casos. Aunque hubo un descenso en el 2020 con 44.908 casos a causa del confinamiento y las restricciones de movilidad originadas por el coronavirus. En el año 2022 se contabilizó de nuevo un incremento alarmante, con 79.769 casos registrados. Aunque la cifra es muy elevada, según diversos expertos consultados por este medio, es cierto que se trata de uno de los delitos que más se han atajado en la ciudad.
Por otro lado, los robos con violencia también han experimentado un crecimiento preocupante en Barcelona. En 2015, se registraron 10.423 casos, cifra que se mantuvo relativamente estable hasta 2019, cuando se alcanzaron los 14.764 casos. A pesar de un ligero descenso en 2020 con 9.229 casos, los robos con violencia volvieron a aumentar en 2022, llegando a 13.236 casos. Los robos con fuerza es una de las tipologías de delito que más preocupan a los cuerpos policiales, dado que los posibles forcejeos pueden acabar en tragedia. El uso de armas blancas en este tipo de crímenes alarma todavía más a los agentes, un extremo reconocido por el concejal de Seguridad en Barcelona, Albert Batlle, quien avisó que preocupa una cierta cultura de la navaja instalada en la ciudad.
UN 10% MÁS QUE EN 2015
Barcelona cierra la etapa de Ada Colau como alcaldesa (2015 – 2023) con un total de 167.698 infracciones penales, un incremento del 10% de casos con respecto al 2015. En ese año se registraron 153.346 delitos, una cifra que se mantuvo relativamente estable en los años siguientes.
Sin embargo, la tendencia experimentó un marcado ascenso en 2019, alcanzando su punto más alto con 200.512 delitos. Estas estadísticas reflejan una realidad preocupante en la Ciudad Condal, donde la inseguridad y la delincuencia han alcanzado niveles alarmantes. Diversas fuentes policiales consultadas por Metrópoli aseguran que atajar la delincuencia es uno de los grandes retos del próximo alcalde, dado que las cifras actuales están muy por encima de lo deseado.