Agentes de la División de Investigación Criminal de Barcelona detuvieron el pasado 14 de septiembre un hombre de 23 años acusado de un delito de tráfico de seres humanos en la modalidad de explotación sexual, cuando se llevaba por la fuerza una mujer para continuar obligándola a ejercer la prostitución en Francia. La detención se hizo en el marco de un dispositivo complejo y urgente que se activó a partir de la llamada de la víctima que pedía ayuda para evitar que su proxeneta la obligara a marchar hacia París.

Rescate 'in extremis'

El pasado 14 de septiembre, los Mossos d'Esquadra recibieron un aviso al teléfono de emergencias 112 de una mujer alterada y con miedo que manifestó que alrededor de las 23:45 horas, su proxeneta tenía la intención de subirla por la fuerza en un autobús que salía de la Estació del Nord en dirección a París, para continuar explotándola sexualmente allí. 

Ante esta información, se estableció un dispositivo urgente de localización de alta complejidad, puesto que no disponían de una descripción física cuidadosa ni de la víctima ni del presunto autor de los hechos. Alrededor de las 23:30 horas, localizaron una pareja altamente sospechosa

Poco antes de que subiera al autobús, los agentes los separaron, momento en el que la mujer manifestó que había estado ella la que había pedido auxilio a través del teléfono de emergencias. El hombre, de 23 años, fue detenido y pasó a disposición judicial el 17 de septiembre.

PROTECCIÓN DE LA VÍCTIMA

Durante el año pasado, los Mossos d'Esquadra iniciaron 13 investigaciones relacionadas con el tráfico de seres humanos, tres más que en 2021. De entre todas las tipologías de tráfico, destacan tres: la explotación sexual, explotación laboral y por comisión de delitos. En relación con la protección, cuando los agentes reciben información de una posible víctima, se convierte en su prioridad. La legislación las dota de una serie de derechos, sea cual sea la finalidad para la que han sido traficadas.

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