Brutales disturbios en las fiestas de Sant Feliu de Llobregat. Una pelea en la Festa de Tardor ha terminado esta madrugada con heridos, una tienda de informática destrozada, varios coches con las lunas rotas y motocicletas por el suelo.
Los altercados se han dado mientras los Mossos probaban este fin de semana una nueva estrategia para evitar esta clase de incidentes, que parece que ha fracasado. La principal preocupación de las autoridades era la violencia gratuita que se había vivido hasta ahora. Por ello, las fiestas contaban con más efectivos de la Brigada Móvil (BRIMO) y del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO), dos grupos especializados en orden público.
La policía sospecha que los autores de los hechos son los mismos que, dos semanas atrás, causaron daños en varios establecimientos en Molins de Rei y lanzaron objetos contra agentes de la Policía Local y de los Mossos d'Esquadra.
CONOCIDOS DE LOS MOSSOS
En esta ocasión, la situación se ha desencadenado tras una pelea con botellas de vidrio entre varios miembros del grupo. Posteriormente, han roto el escaparate de una tienda de informática para acceder a su interior, pero los Mossos han frustrado el intento de robo. Además, han destrozado los cristales de cinco coches y han lanzado al suelo una docena de motos. Los altercados se han registrado sobre las cuatro y media de la madrugada.
Según apunta la policía catalana, de momento no hay ningún detenido por los hechos. Todos los delincuentes han sido identificados en la estación de Rodalies, cuando pretendían huir hacia el Penedès y el Maresme.
CONMOCIÓN EN EL PUEBLO
La situación ha generado un clima de tensión y hostilidad en el municipio parecido al que sufrieron los vecinos de Molins. Entonces, el consistorio de la localidad denunció los hechos ocurridos en un comunicado, aplaudiendo la actuación de los agentes, que garantizaron "la seguridad de la ciudadanía" después de enfrentarse al grupo de encapuchados. "Las actuaciones de los cuerpos de seguridad vienen dadas porque previamente se realizaron lanzamientos contra ellos".
El municipio aseguró que "no es el único que se ha visto afectado por esta causa" y pidió implementar más medidas preventivas para garantizar la seguridad de las personas y de los bienes durante las fiestas populares. "Desde el Ayuntamiento de Molins de Rei rechazamos comportamientos como estos, que destrozan nuestra fiesta", concluye el comunicado.