Residencia medicalizada abierta de Barcelona

Residencia medicalizada abierta de Barcelona EFE

Sucesos

Prisión para el falso médico de Barcelona que trabajó en varios geriátrico durante la pandemia

Durante el mes en que ejerció llegó a visitar pacientes, valorarlos y pautar medicación, e incluso firmó ocho certificados de defunción

3 febrero, 2024 11:46

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La Fiscalía pide siete años y medio de prisión para un falso médico que trabajó en al menos dos geriátricos de Barcelona entre marzo y abril de 2020 (durante el confinamiento por la pandemia de la Covid-19). Durante este periodo atendió a los ancianos de los centros y firmó ocho certificados de defunción.

Está previsto que el hombre se siente en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Barcelona el próximo viernes 9 de febrero, acusado por la Fiscalía de los delitos de estafa, intrusismo profesional y falsedad en documento público.

TITULACIÓN FALSA

El ministerio público también solicita que el acusado pague una multa de 4.320 euros y una indemnización de 3.600 a Sanitas Mayores SL, propietaria de los geriátricos donde el procesado trabajó supuestamente sin la titulación requerida. Según relata el escrito de acusación, el 11 de marzo de 2020 el hombre respondió a un mensaje de la empresa sanitaria, que buscaba un médico que pudiera atender a ancianos en residencias de la tercera edad en la capital catalana. 

La Fiscalía detalla que el procesado entregó a la empresa un título falsificado de licenciado en medicina y cirugía, un carnet del Colegio de Médicos de Barcelona con un número que pertenecía a un facultativo que estaba dado de baja de la institución y una fotocopia de su DNI con su fecha de nacimiento alterada.

UN MES EJERCIENDO

Además, el acusado también envió a la compañía una supuesta nómina del Instituto Catalán de la Salud (ICS) donde constaba que había ejercido de médico adjunto especialista desde el 4 de julio al 5 de agosto de 2019.

El 16 de marzo firmó un contrato con Sanitas Mayores SL y comenzó a ejercer como médico internista en dos centros de mayores dependientes de la empresa, hasta el 9 de abril, cobrando 3.600 euros por los servicios prestados, pese a carecer de la titulación necesaria. Durante el mes en que ejerció como médico, llegó a visitar pacientes, valorarlos y pautar medicación, e incluso firmó ocho certificados de defunción.