Interceptan en el Port de Barcelona un envío de 13 toneladas de productos químicos a Rusia
Durante la operación se ha detenido a cuatro personas en Cerdanyola del Vallès y Santa Perpètua de Mogoda y en Sant Feliu de Guíxols
La Policía Nacional ha interceptado un contenedor en el Port de Barcelona con un envío de 13.000 kilos de productos químicos con destino a Rusia con el que se pretendía evadir las sanciones impuestas a este país con motivo de la guerra en Ucrania en una operación en la que han detenido a cuatro personas.
Según informa este martes, 15 de octubre, la Policía Nacional en un comunicado, los cuatro arrestados lideraban desde España un entramado comercial creado para evadir estas sanciones impuestas a Rusia.
Cuatro detenidos en Catalunya
Durante la operación policial, los agentes detuvieron a estas cuatro personas en las localidades barcelonesas de Cerdanyola del Vallès y Santa Perpètua de Mogoda y en Sant Feliu de Guíxols y realizaron un registro domiciliario en el que incautaron documentación y material informático.
🚩 Interceptado un envío de 13.000 kilos de productos químicos con destino a #Rusia, en una operación conjunta con la Agencia Tributaria
— Policía Nacional (@policia) October 15, 2024
🚩 Cuatro arrestados en #Barcelona y #Girona que presuntamente lideraban desde España un entramado comercial creado para evadir las… pic.twitter.com/yx5eq9kVtr
La investigación se inició en el año 2022, cuando los agentes detectaron una empresa, gestionada por ciudadanos de origen ruso, que había desarrollado un sistema de triangulación comercial, logístico y económico orientado al suministro ilegal de productos químicos a Rusia tras el paquete de sanciones impuestas a este país por la guerra de Ucrania encaminadas a limitar su acceso a materias y tecnologías que puedan servir al conflicto bélico.
Productos para hacer armas químicas
Durante de la investigación, la Policía Nacional constató la exportación, utilizando este entramado societario, de productos químicos sancionados internacionalmente, algunos de ellos posibles precursores de armas químicas o agentes nerviosos.
La empresa española tenía una filial en Moscú que era la receptora última de los productos químicos, aunque este destino final era encubierto mediante una sucesión de empresas pantalla en países como Armenia o Kirguistán, desde los cuales se pretendía hacer llegar la mercancía por vía terrestre hasta Rusia.
La investigación continúa abierta con objeto de proceder a la plena identificación, localización y detención de otras personas implicadas en estos hechos.