El distrito de Sant Martí completó este lunes el desalojo de las dos últimas naves aún ocupadas en la antigua fábrica de La Escocesa, situadas en la calle Pere IV.
Estos espacios, conocidos como ‘Paul’ y ‘Birkhead’, fueron vaciados por la Guardia Urbana, que desalojó a 14 personas, seis de las cuales aceptaron voluntariamente ponerse en manos de los servicios sociales.
Desalojo de la 'Escocesa', en pleno 22@ en imagen de archivo
El distrito pactará con los artistas que utilizaban uno de los locales —agrupados en la asociación Punto de Encuentro Para Artistas— una fecha en enero para que puedan retirar de forma definitiva las obras que continúan dentro del recinto.
Mientras tanto, equipos técnicos contratados por el distrito están tapiando puertas y ventanas para impedir nuevas ocupaciones.
Recuperación municipal del edificio
Con esta intervención, el Ayuntamiento recupera por completo el edificio, que es de propiedad municipal desde 2017, con la intención de destinarlo a iniciativas económicas, de vivienda y culturales.
No obstante, estos proyectos aún no han sido concretados. Los artistas habían solicitado la cesión de uso o, al menos, permanecer hasta que existiera un plan definido, pero el consistorio alega problemas de seguridad para justificar el desalojo.
A finales de octubre, el distrito notificó por carta la obligación de abandonar la nave. Desde entonces, los ocupantes comenzaron a vaciarla de manera gradual, aunque con reticencias.
Desalojo de 'La Escocesa' la finca okupada en el 22@
La mayoría ya ha encontrado un nuevo taller y asume que el colectivo se dispersará por la ciudad.
Operativo policial y sellado del espacio
La actuación policial de este lunes se realizó a primera hora de la mañana y concluyó en pocas horas. Con ello finaliza el proceso iniciado el 10 de octubre, cuando otro operativo conjunto de la Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra desalojó a 56 personas que vivían en la parte frontal de la fábrica.
Después de aquella intervención, los técnicos sellaron accesos, aunque advirtieron del estado ruinoso del techo y de la fragilidad de los muros, que dificulta impedir futuras ocupaciones. Desde el recinto señalan además que la seguridad contratada por el Ayuntamiento se limita a “redactar informes”.
Riesgo de derrumbe inminente
El teniente de seguridad, Albert Batlle, respalda la actuación basándose en informes de los Bomberos de Barcelona, que alertan del “peligro de derrumbe inminente”. Este argumento ya se utilizó hace cuatro años para desalojar a unas 60 personas.
Tras aquel primer desalojo, en 2021, varios colectivos de migrantes y trabajadores de la chatarra volvieron a instalarse durante meses en condiciones similares, hasta que el distrito reactivó el proceso de desocupación.
Los edificios de La Escocesa, catalogados con nivel B en el Plan de Protección del Patrimonio, llevan años abandonados y solo han sido reparados mediante pequeñas intervenciones realizadas por los propios ocupantes.
