Permanecer mucho tiempo con el bañador mojado aumenta el riesgo de cistitis
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Cistitis en verano, cómo evitarla
La combinación de hábitos saludables, hidratación adecuada, y atención médica oportuna puede marcar la diferencia entre un verano tranquilo y uno lleno de molestias
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Con la llegada del verano, aumentan los casos de cistitis, una infección urinaria especialmente común en mujeres. Factores como la humedad del traje de baño, el calor y la falta de hidratación la convierten en una intrusa indeseada habitual de esta estación.
Las infección de orina o infección del tracto urinario (ITU) es un trastorno frecuente que, aunque suele ser leve, puede resultar muy molesto. Afecta a personas de todas las edades, aunque las mujeres son especialmente propensas debido a su anatomía: su uretra es más corta y está más cerca del ano, facilitando el paso de bacterias. “Por razones anatómicas, las mujeres tienen un mayor riesgo, y por eso deben prestar especial atención a su salud urinaria en verano ya que se trata de uno de los motivos de consulta más frecuentes en Urgencias en esta época del año”, explica la doctora Mara Karaim, jefa de Urgencias del Hospital El Pilar - Grupo Quirónsalud.
“Este tipo de infecciones se deben, en la mayoría de los casos, a bacterias que provocan inflamación en la vejiga, generando síntomas como escozor, urgencia urinaria o dolor abdominal bajo”, señala la doctora Karaim. Está provocada habitualmente por la bacteria Escherichia coli, que suele encontrarse de forma natural en el intestino, pero puede llegar a la uretra y la vejiga, causando una infección.
Factores que aumentan el riesgo de infección
Los factores de riesgo para desarrollar una infección urinaria son diversos. Entre los más frecuentes se encuentran el mal vaciado de la vejiga, la ingesta escasa de líquidos, la diabetes, el estreñimiento, la menopausia y las relaciones sexuales. A todo ello se suma un clásico veraniego: la humedad persistente de la ropa de baño.
“El verano es una época especialmente sensible para este tipo de infecciones. La humedad en la zona íntima, provocada por el uso prolongado de ropa mojada, favorece la proliferación de bacterias”, señala la doctora.
“Quedarse con el bañador mojado durante horas tras ir a la playa o a la piscina es uno de los hábitos más perjudiciales, ya que favorece la proliferación bacteriana en la zona genital", añade la especialista.
¿Cómo identificar una infección de orina?
Los síntomas de una infección de orina pueden variar de una persona a otra, pero en la mayoría de los casos aparecen de forma clara y son fácilmente identificables. Entre los más habituales se encuentran el dolor o escozor al orinar, la necesidad urgente y frecuente de ir al baño, la orina turbia o con olor fuerte, la sensación de vaciado incompleto tras orinar y el dolor en la parte baja del abdomen o en la zona lumbar.
“Si notas alguno de estos síntomas, es importante acudir al especialista para evitar que la infección avance hacia los riñones”, recomienda la doctora Karaim. “La presencia de fiebre con escalofríos, dolor lumbar importante, dificultad para orinar o presencia de sangre en la orina harían sospechar que el proceso es grave y, por lo tanto, sería conveniente acudir a Urgencias”, añade la jefa de Urgencias del Hospital El Pilar.
Claves para prevenir infecciones en verano
Como norma general, una hidratación adecuada (beber entre 1.5 y 2 litros de agua al día), orinar con frecuencia (sin aguantar más de 4 o 5 horas), consumir alimentos ricos en fibra para evitar el estreñimiento, orinar después de mantener relaciones sexuales y cambiarse el bañador mojado por ropa seca tras el baño en piscina o mar, pueden ayudar a prevenir este tipo de infecciones. “La clave está en mantenerse hidratado y mantener una higiene adecuada, especialmente después de actividades acuáticas o relaciones sexuales. Por otro lado, el uso de ropa interior de algodón y de prendas no ajustadas también pueden contribuir a la prevención”, explica la doctora Karaim.
Complementos naturales que ayudan
Existen también algunos productos naturales que pueden resultar útiles como apoyo en la prevención. Es el caso del arándano rojo americano (en dosis de 120-240 mg/día), la D-manosa (2 g/día), y determinados probióticos con cepas de Lactobacillus como rhamnosus o crispatus.
Estos suplementos pueden ser beneficiosos para personas con infecciones urinarias recurrentes, siempre bajo supervisión médica. “No sustituyen a un tratamiento, pero sí pueden complementar la prevención en pacientes propensas”, aclara la doctora.
Higiene íntima: ¿qué productos evitar?
Una duda frecuente en esta época es si se deben evitar los productos perfumados para la higiene íntima. Según los expertos, no hay evidencia científica sólida que respalde esta medida como método preventivo frente a infecciones urinarias.
Tratamiento y atención médica
Cuando los análisis de orina confirman la existencia de probable infección, y siempre tras la toma previa de muestra para urocultivo, el tratamiento habitual consiste en el uso de antibióticos prescritos por un profesional médico. Es fundamental completar el ciclo de medicación tal y como se indica, incluso si los síntomas desaparecen antes.
"Es importante distinguir entre infección urinaria e infecciones genitales (uretritis o vulvovaginitis) que pueden tener síntomas parecidos, pero que requieren de un enfoque y tratamiento diferentes. Por lo que es fundamental que un profesional médico realice el diagnóstico”, destaca la doctora Karaim. Una infección mal tratada puede derivar en recaídas o infecciones más graves, además de favorecer la aparición de bacterias resistentes", advierte..