Eduardo Mendoza ha ganado el premio Cervantes 2016. La entrega del premio, celebrada este jueves, ha constatado el reconocimiento en la última década del considerado el Nobel de las letras españolas a los escritores barceloneses.
En las primeras 32 ediciones del premio, hasta que Juan Marsé ganó el Cervantes de 2008, ningún escritor barcelonés había recibido el máximo reconocimiento a la labor creadora de escritores españoles e hispanoamericanos cuya obra haya contribuido a enriquecer de forma notable el patrimonio literario en lengua española.
Desde 2008, de los nueve galardones otorgados cuatro han ido a parar a autores barceloneses. El primero fue el ya citado Juan Marsé, quien obtuvo su primer reconocimiento hace más de medio siglo, por su cuento Nada para morir. Ha colaborado con el mundo del cine y ganó el premio Planeta en 1978 por la obra La muchacha de las bragas de oro, que Vicente Aranda llevó a la gran pantalla en 1979.
En 2010 fue el turno de Ana María Matute, la tercera mujer en ingresar en la Real Academia de la Lengua Española, en la que ocupaba el sillón 'K'. Considerada una de las plumas que mejor retrató la postguerra española. Con 18 años escribió su primera novela Pequeño teatro, que no publicó hasta 11 años después y con la que ganó el Premio Planeta en 1954. Con Los Abel fue finalista del Premio Nadal en 1947, a los 22 años. Luego llegarían un sinfín de reconocimientos a su extensa obra.
Le sigue Juan Goytisolo, autor de una extensa y variada obra narrativa y ensayística, prohibida en España por la censura franquista desde 1963. Su obra se divide en dos etapas. En la primera cultiva el realismo social de los cincuenta. La segunda incluye nuevas técnicas de la novela moderna y empieza con Señas de identidad (1966). El reconocimiento del Premio Cervantes le llegó en 2014.
Este año le ha llegado el turno a Eduardo Mendoza, heredero de la mejor tradición cervantina. Autor de libros tan significativos como La verdad sobre el caso Savolta, donde demuestra su dominió de diferentes estilos narrativos, o la saga del detective 'sin nombre' inaugurada con El misterio de la cripta embrujada.
Según el fallo del juzgado del premio Cervantes, Mendoza devuelve al lector “el goce por el relato” con su lengua literaria "llena de sutilezas e ironía", heredera de la mejor tradición cervantina. El humor es la clave de la literatura de Mendoza, nacido en Barcelona el 11 de enero de 1943.