Leo Messi es el gran referente del Barça. El icono del club en todo el mundo. En Madrid, el astro argentino acudió al rescate de un equipo sin margen de error en la Liga. La victoria en el Bernabéu era innegociable. En la última acción, Leo marcó su segundo gol, el tercero del grupo azulgrana, y alivió las penas de un Barça tocado tras su caída en Europa. Su celebración, por espontánea y original, fue viral y la directiva que preside Josep Maria Bartomeu asume que la renovación de Messi es imprescindible. Y no será económica.

Metrópoli Abierta ha podido saber que la cuestión económica no es la única que preocupa a Messi. El delantero internacional quiere renovar su contrato pero pide las máximas garantías de que el Barça tendrá un equipo competitivo en los próximos años. Fuentes próximas al jugador aseguran que Leo está preocupado por los últimos fichajes y, sobre todo, por el debilitamiento de la plantilla.

Messi también está pendiente del relevo de Luis Enrique en el banquillo. Hace cuatro años, el expresidente Sandro Rosell contrató a Gerardo Martino para contentar al futbolista y aquel invento tuvo un efecto bumerán. Negativo para la entidad.

El Barça contempla varias opciones para sustituir a Luis Enrique. Este es, al menos, el mensaje oficial del club. A Messi, sin embargo, le preocupa mucho más que Robert Fernández, el director deportivo, eleve el nivel de la plantilla con dos o tres fichajes de nivel. Como mínimo, un lateral derecho de primer nivel y un centrocampista muy técnico, lo más parecido posible a Xavi o Iniesta.

PRIMA DE FICHAJE

Messi, por otra parte, quiere prorrogar su contrato hasta 2021 o 2022 a cambio de un aumento salarial. El futbolista aspira a ganar entre 20 y 22 millones de euros netos por temporada. Además, exige una prima de fichaje que, según algunas informaciones, podría oscilar entre los 40 y los 50 millones de euros.

Barça y Messi negocian con gran discreción. Jorge Messi, el padre del futbolista, no tiene prisa por resolver el futuro del delantero, consciente de que su cotización sube a medida que se acerca el final del actual contrato (junio de 2018). En la junta directiva, en cambio, quieren liquidar cuanto antes una negociación que marcará el futuro de la entidad. Messi, admiten, es el gran atractivo para muchas casas comerciales que apuestan por su alianza con el club. Sin él, el valor de la marca Barça sería inferior.

Bartomeu también tiene en su agenda la renovación de Iniesta y Ter Stegen. El gasto se ha disparado en los últimos meses y algunos directivos son partidarios de rebajar la masa salarial y financiar estas y otras operaciones (próximos fichajes) con un traspaso millonario. Con una venta impopular, pero necesaria para cuadrar las cuentas y encarar el Espai Barça sin tensiones en la tesorería.

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