Joan Laporta (Barcelona, 54 años) lideró el gran cambio del FCBarcelona tras ganar las elecciones de 2003. En siete años, transformó un club decadente en la gran referencia del fútbol mundial gracias a los éxitos deportivos (cuatro Ligas y dos Champions, entre otros títulos) y a un nuevo modelo de gestión, rompedor en sus inicios. Su salida del Camp Nou, sin embargo, no fue plácida después de soportar una acción de responsabilidad social que acaba de enterrar tras un segundo veredicto favorable. Su instigador, el expresidente Sandro Rosell, está en la cárcel y el Barça atraviesa un momento crítico, por los malos resultados deportivos y los procesos judiciales que han dañado a la institución. Dos años después de su derrota electoral, Laporta insiste en que la actual junta directiva debería dimitir por dignidad y, abiertamente, reconoce que está preparado para iniciar un nuevo mandato.

¿Qué radiografía actual hace del Barça?

El Barça, en el ámbito deportivo, no tiene una plantilla equilibrada porque ha desmantelado la cantera. Se han olvidado de la Masia y han preferido ir al mercado a fichar. En el tema económico, el club está en una situación muy complicada, con unos ratios preocupantes porque los salarios de los profesionales han superado todos los límites. La industria recomienda que representen entre un 55% y un 62% de los ingresos de la entidad y estamos en más de un 80%. Esto es peligroso y preocupante. En los próximos meses se tomarán decisiones en las que primará el criterio económico, ya sea una venta importante o el avance del dinero de algunos patrocinadores de ejercicios futuros. Anticiparán los cobros y tengo curiosidad por ver cómo cierran este ejercicio.

Usted habla también de crisis social e institucional.

Sí. Nunca el Barça había estado peor, con un expresidente, que es la misma cara de la moneda que el actual presidente, en la cárcel por presunto delito de pertenencia a organización criminal, cobro de comisiones ilegales y blanqueo de capitales. La situación es muy grave porque esta persona tiene relación con la actual junta directiva y siguió haciendo de presidente cuando se fue. Bartomeu es un títere suyo.

¿No me dirá que en el Barça manda Rosell?

Ahora, por razones obvias, lo tiene más difícil, pero la relación Sandro-Bartomeu es muy directa. Como socio pido que se investigue qué ha pagado Qatar al Barça porque tenemos un expresidente en la cárcel por presunto cobro de comisiones ilegales y, recientemente, han detenido a una persona (Josep Colomer) de su máxima confianza a la que yo tuve que despedir en 2005 porque nunca estaba en su sitio. Por transparencia y para proteger al Barça, se tiene que investigar el contrato. Nunca lo han explicado y lo presentaron a la policía cinco minutos antes de que lo pidiera el FBI.

En la actual junta directiva recuerdan que ellos fueron elegidos hasta 2021.

La junta se blindó con la ampliación de los mandatos presidenciales de cuatro a seis años e incrementó el quórum para que prospere un voto de censura, del 5 al 15%. Pueden hacer lo que quieren y están perjudicando al club. Institucionalmente, el Barça ha sido declarado culpable de haber cometido un delito por primera vez en la historia, porque Bartomeu y Rosell pactaron con la Fiscalía para quedar libres a cambio de condenar al Barça. Es un acto de cobardía sin precedentes. Solo por dicho motivo, la actual directiva debería dimitir si tuviera vergüenza. Si añadimos lo que nos han hecho a nosotros... Durante siete años nos atribuyeron unas pérdidas inexistentes de 79 millones para justificar el contrato con Qatar. Sabían que habíamos acabado nuestra etapa con beneficios.

Rosell sostenía que heredaron un club con muchas tensiones económicas.

Nosotros les dejamos el mejor Barça de la historia, con una plantilla súper equilibrada, con futbolistas muy jóvenes, y un equipo que lo había ganado todo con UNICEF en la camiseta. También heredaron unas cuentas saneadas y una masa social de 170.000 socios, las instalaciones pagadas, la Masia terminada... El Barça era un modelo de club que funcionaba. Ellos tenían intereses particulares en Qatar y montaron esta parafernalia y mintieron para justificar su contrato. Intentaron destrozarnos.

Joan Laporta en su despacho / ESTER TEJADA-COLECCIONISTAS DE MOMENTOS



La actual junta directiva argumenta que el acuerdo con Qatar fue muy importante para la estabilidad económica del club.

El contrato de Qatar no era un simple contrato de sponsorización de la camiseta porque su logotipo está en todo el estadio. Para mí es un contrato a la baja. Después de 110 años sin una marca comercial en la camiseta, los socios, como mínimo, merecemos una explicación. No es el mejor contrato y está bajo sospecha. Si publicitas una camiseta virgen hasta entonces, tenían que haber logrado el mejor contrato de la historia. Estos señores tenían intereses en Qatar y quiero que se investigue. No sé si saldrá algo, pero a mí no me cuadra. Si hubiéramos cobrado 100 millones anuales, vale, nada a decir, pero las cifras son muy inferiores. La Justicia también investiga un segundo caso del fichaje de Neymar, algunos directivos están siendo investigados por el tema de los columbarios y, sobre todo, mintieron al socio respecto a nuestra gestión. Algunos se creyeron las mentiras esparcidas por el ventilador de porquería de la anterior directiva. Si tuvieran dignidad, todos tendrían que irse.

¿Por qué pusieron el foco en denunciar su gestión en lugar de mejorar el modelo anterior?

Porque son personas tristes de espíritu, sin alma. No están capacitadas para dirigir el Barça y cargaron contra nuestra gestión para que la suya pareciera buena. Ellos destrozaron nuestro proyecto para remodelar el Camp Nou y el Espai Barça es un corta y pega de nuestro plan, con un nuevo arquitecto. Nosotros ya teníamos el convenio con el Ayuntamiento, que nos costó cinco años de negociaciones con todos los grupos municipales. Ellos lo despreciaron y dijeron que tardarían dos años en tener un nuevo convenio.

La directiva que preside Bartomeu dice que su proyecto, que incluía la recalificación de los terrenos del Mini, comportaba una pérdida de patrimonio.

Esto es falso. Son mentirosos compulsivos. En los terrenos del Miniestadi había un proyecto inmobiliario importantísimo. Íbamos a construir un nuevo Palau Blaugrana y la ciudad del socio en Viladecans, junto a la playa, donde podía jugar el Barça B en un entorno espectacular, con 11 campos de fútbol y 11 pistas de tenis para los socios. Teníamos 67 hectáreas que compramos por 17 millones de euros y Sheldon Adelson estaba dispuesto a pagar 50 millones más para construir su casino. A nosotros, el nuevo Camp Nou nos costaba 240 millones, pero ellos los desmontaron todo y ahora todavía esperan los permisos pertinentes. Son unos inútiles. No tiene nombre lo que han hecho.

¿Apoyará la moción de censura que lidera Agustí Benedito?

Queremos evitar que el club siga secuestrado por las personas que lo dirigen, pero ahora mismo estamos hablando de un sondeo, no de una moción de censura. No es fácil recoger 16.500 firmas válidas para iniciar un proceso que puede acabar legitimando a la actual junta. Ellos, además, cuentan con los encubridores e intoxicadores de turno, que esperan una luz porque ahora están en horas bajas.

No es fácil recoger 16.500 firmas válidas para iniciar un proceso que puede acabar legitimando a la actual junta

¿Cree que la junta agotará el actual mandato, que finaliza en 2021?

Creo que no, pero están atrapados por su paupérrima gestión. Ha habido muchos vicepresidentes económicos y todos han salido por piernas, algunos escaldados. La actual junta está ahora en una situación de debilidad para negociar nuevos contratos porque el club tiene muy mala imagen. Antes el Barça lo ganaba todo y teníamos a Unicef en la camiseta, dos atractivos muy importantes para que las marcas quisieran vincularse con la entidad.

¿Por qué Bartomeu ganó las elecciones de 2015 con tanta claridad?

Por el triplete. No podíamos luchar contra la Liga, la Copa y la Champions, pero estoy muy contento de haberme presentado porque dejamos claro que otro modelo de club es posible. En un contexto tan adverso para nosotros, obtuvimos 17.000 votos y estaré eternamente agradecido a los socios que nos apoyaron.

Joan Laporta en su despacho / ESTER TEJADA-COLECCIONISTAS DE MOMENTOS



¿Se equivocó al presentarse?

No tenía que haberme presionado, pero no podía decepcionar a los amigos y a las personas que confiaban en mí. Cuatro meses antes, el resultado de las elecciones hubiera sido muy distinto. En 2010 no tenía la intención de presentarme otra vez porque estaba muy contento con mis siete años al frente del club, pero habían intentado arruinarnos y trincharnos....

¿Qué falló en 2010, con el Barça en el mejor momento de la historia, para que fracasara la candidatura continuista, liderada por Jaume Ferrer?

Fallé yo porque no supe hacer la transición. Tenía un candidato, Xavier Sala i Martín, pero dentro de la junta directiva había muchos compañeros que querían a Jaume Ferrer como aspirante a la presidencia. Es una persona a la que aprecio mucho, pero le dije que no lo veía como presidenciable aunque había sido un buen directivo. Necesitábamos un candidato de consenso.

¿Está preparado para regresar al Barça?

Estoy preparado para volver al Barça a corto plazo porque sé cómo se gestiona el club y porque tengo ilusión para un reto que tiene su complejidad y su punto de sacrificio.

La actual junta está ahora en una situación de debilidad para negociar nuevos contratos porque el club tiene muy mala imagen

¿Qué es lo primero que haría si es reelegido presidente?

Cambiaría los estatutos, volvería a los mandatos de cuatro años, rebajaría el quórum del voto de censura porque no debemos tener miedo a los socios y promovería que los socios votaran por vía telemática. También soy crítico con el actual código ético, porque no necesito que un comité me diga qué debo hacer. La ética se tiene o no se tiene, y quienes hablaban de ética ahora tienen a uno de ellos en la cárcel. También cambiaría el sistema de retribución de los jugadores después de analizar este tema con un economista. La responsabilidad fiscal recaería en el club, que pagaría en neto a los jugadores y gestionaría los impuestos. Los futbolistas pagan mucho dinero a la Agencia Tributaria y publicaríamos las cifras para acabar con la imagen de que son evasores fiscales.

¿Contemplaría una acción de responsabilidad social contra la actual junta directiva?

Yo nunca actuaría con la misma mala fe, ni tan siquiera contra gente que no me merece ningún respeto.

¿Por qué sólo 28.000 personas acudieron al homenaje del 'dream team'?

Porque esta directiva actúa a regañadientes en todos los asuntos relacionados con Johan Cruyff y porque no saben organizar. Fue un homenaje deslucido y no olvidemos que fueron ellos quienes le retiraron la medalla de honor y quienes le criticaron, con su ejército mediático de intoxicadores que tengo aquí delante (señala el edificio del Grupo Godó), por participar de un modelo de club distinto al que hay ahora en el Barça.

Bartomeu intentó seducir a Jordi Cruyff con un cargo en el Barça.

Con eso juegan. Jordi tiene una responsabilidad muy importante porque su padre tomó la decisión de que fuera él quien dirigiera su legado, tanto deportivo como personal, social y solidario. A mí, personalmente, me gustaría que volviera al club porque es inteligente, valiente y una buena persona. Seguro que ahora lo hará bien como nuevo entrenador del Maccabi Tel Aviv.

¿Qué le piden los exjugadores como Xavi y Puyol, con quienes tiene tan buena sintonía?

Eso queda entre nosotros.

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