Tres fichajes de primer nivel. El FCBarcelona ya ha definido su estrategia para renovar la plantilla tras despedir la temporada 2016-17 con malas sensaciones. En los últimos dos años, el club ha invertido unos 175 millones de euros fijos en ocho contrataciones que no han elevado el nivel del equipo. Este verano, Robert Fernández no tiene margen de error. El director deportivo asegura que tiene las ideas claras, pero sus planes chocan con un mercado inflacionista y con una masa salarial que se ha disparado en el Camp Nou.
El Barça prioriza el fichaje de un lateral derecho, un centrocampista de toque y un extremo. Bellerín (Arsenal), Verratti (PSG) y Dembelé (Borussia Dortmund) son los futbolistas más deseados por Ernesto Valverde, el nuevo entrenador. El club ya ha contactado con los tres pero sabe que sus contrataciones serán, en el mejor de los casos, muy costosas. El Arsenal sólo escuchará ofertas superiores a 50 millones de euros por el defensa, el PSG no quiere negociar por el centrocampista y el Borussia Dortmund pide 90 millones por un delantero que hace un año le costó 15.
El Barça, según una fuente próxima a Bartomeu, puede destinar unos 70 millones de euros más lo que ingrese en traspasos para fichar. Sin una venta, el club podría incorporar a Bellerín y poco más. Tal vez a Gerard Deulofeu, por quien debería pagar 12 millones de euros al Everton para rescatarlo. El problema es que el futbolista no ve claro su regreso al Camp Nou en un curso que culminará con el Mundial de Rusia.
EN VENTA
Bartomeu y Robert, mientras, han puesto en el mercado a Munir, Arda y Rafinha para hacer caja. El club desearía ingresar 70 millones por los tres, pero la cotización del turco y del brasileño ha menguado en los últimos meses. Sus elevadas fichas tampoco facilitan un traspaso. Mathieu, por su parte, sólo se irá del Camp Nou con la carta de libertad. Por André Gomes ya se han descartado tres propuestas próximas a los 35 millones de euros y, oficialmente, Aleix Vidal no está en venta.
El Barça podría tener un presupuesto superior a los 700 millones de euros durante la próxima temporada. Los ingresos procedentes del marketing siguen aumentando gracias al nuevo contrato con Rakuten y la renovación del convenio con Nike, que pagará unos 100 millones de euros anuales. El dinero que se ingrese del nuevo patrocinador de la camiseta (55 millones anuales) se destinará a pagar la ficha de Messi. Con las nuevas incorporaciones, la masa salarial subiría a menos que el club asumiera un traspaso impopular. Rakitic o Neymar podrían aliviar algunas tensiones económicas con su venta.
Este verano, curiosamente, el club debería haber iniciado las obras de remodelación del Camp Nou. Del Espai Barça, sin embargo, ya no se habla. Todavía faltan los permisos municipales y la junta directiva deberá reducir ostensiblemente su deuda, que se acerca a los 300 millones de euros. También deberá encontrar un patrocinador que ponga su nombre a la nueva instalación. El nuevo Camp Nou tendrá, como mínimo, un retraso de dos años. Las urgencias deportivas juegan en contra del proyecto más ambicioso del Barça en el siglo XXI.