El expresidente del Barcelona Sandro Rosell transfirió en junio de 2011, seis meses después de la elección de Catar como sede del Mundial 2022, dos millones de dólares a la cuenta de la hija de 10 años del brasileño Ricardo Teixeira, entonces miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA, según publica el diario "Bild".
El exfiscal estadounidense Michael J. García, autor del denominado "Informe García" que la FIFA ha publicado, en el que presenta los resultados de su investigación sobre la concesión de los Mundiales 2018 y 2022 a Rusia y Catar, respectivamente, calificó estos pagos de "altamente problemáticos".
Según el diario alemán, Rosell y el alemán Andreas Bleicher, presidente de la Aspire Academy de Catar, centro de alto rendimiento abierto en 2004 para formar a los talentos emergentes del deporte catarí, fueron los encargados de organizar un encuentro en un club de golf de Río de Janeiro el 19 de enero de 2010. En este encuentro participaron el emir de Catar y los miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA entonces, Teixeira, el uruguayo Nicolas Leoz y el argentino Julio Grondona, además del expresidente de la FIFA, el brasileño Joao Havelange, estos dos últimos ya fallecidos.
Para acudir a este encuentro, los cataríes organizaron jets privados para Grondona y Teixeira, según desvela el "Informe García", que se basa en correos electrónicos internos de la parte catarí. Rosell, estrecho amigo de Teixeira, a su vez exyerno de Havelange, había sido contratado en 2009 por Catar para apoyar la candidatura del emirato para el Mundial de 2022.
El periódico señala que, a finales de 2009, Rosell envió un correo electrónico a Bleicher y al jefe del comité de la candidatura, en el que agradecía la transferencia recién recibida desde el emirato y afirmaba que ahora estaba en disposición de "invertir" los medios económicos "en mi interés, que al final también serán los vuestros".
Según el "Informe García", la negativa tanto de la Federación Catarí de Fútbol como del propio Rosell a colaborar en la investigación posterior a la elección de Rusia y Catar como sedes mundialistas encargada por la propia FIFA no hacen más que confirmar las sospechas de corrupción.
"Bild" menciona también que en 2013 la aerolínea catarí Qatar Airways se convirtió en principal patrocinador del Barcelona, dirigido entonces por Rosell, y se pregunta si fue sólo "casualidad".