La organización del Barcelona Open Banc Sabadell, popularmente conocido como el Trofeo Conde de Godó, ha hecho públicas este miércoles las cifras del impacto económico en la ciudad de la edición de este año, que cifra en 45 millones de euros.

Dentro de esta cifra, el impacto directo del torneo se sitúa en 30.685.165 euros. El otro gran torneo que se disputa en España, el Mutua Madrid Open, generó por el mismo concepto en 2016 (último año del que se disponen de cifras) 75.514.753 euros, 2,5 veces más ingresos.

Las cifras comparadas contabilizan el gasto directo que realizan los aficionados que acuden a las instalaciones, así como el gasto por el consumo de bienes y servicios que realizan los trabajadores de los sectores que se benefician de forma directa o indirecta de los gastos generales.

Pese a que el Torneo Conde de Godó cuenta con una dilatada historia y en 2017 ha celebrado su 65 edición, la competición madrileña, que se celebra sólo desde 2001, cuenta con mayor presupuesto y repercusión.

Por el primer concepto, el impacto directo de los espectadores, el Godó ha generado 17.191.542€, mientras que el Mutua Madrid alcanza los 35.366.600€.

Mientras que en el torneo madrileño la cifra de impacto generado por la organización y los proveedores es superior a la del público (40.148.153€), en la competición barcelonesa es al revés y el gasto por este concepto (13.489.623) es menor, una tercera parte que el Mutua Madrid Open.

Ambiente en el Village durante la primera jornada del Trofeo del Conde de Godó /A.V.

DIFERENTES CATEGORÍAS Y CAPACIDAD

El Mutua Madrid Open también tiene más relevancia dentro del mundo del tenis, al estar considerado uno de los nueve Master 1000, la categoría siguiente después de los Grand Slam y en la que los mejores tenistas del circuito están obligados a participar. Por su parte, el Godó es un ATP World Tour 500, un torneo de menor calado al que acuden mayoritariamente las principales raquetas nacionales y los especialistas en tierra.

La pista central del Godó cuenta con una capacidad de 8.100 personas, mientras que el torneo madrileño puede albergar a 12.500 aficionados y los partidos pueden disputarse de noche al tratarse de un recinto que se puede cerrar e iluminar artificialmente. La asistencia es proporcional al gasto de los aficionados. Mientras que la competición barcelonesa cuenta con 95.698 espectadores, la madrileña alcanza 250.000.

Los motivos por los que el Godó ha quedado relegado a un nivel inferior son la falta de patrocinadores que permitan aumentar los premios y las limitaciones que supone celebrar el torneo en las instalaciones del Real Club Tenis de Barcelona. Tras los JJOO de Barcelona, la organización valoró la posibilidad de trasladar la competición a un emplazamiento de mayor envergadura, pero se apostó por mantener la tradición, que ahora limita a la competición.

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