Luis Suárez es un vampiro del fútbol. Huele mejor que nadie la sangre del rival. No importa que no esté tan acertado ni inspirado como en cursos anteriores. El crack uruguayo nunca se esconde y sabe esperar el momento oportuno para golpear al rival. Ya sea en el primer minuto o en el último. A ocho del final, perdía el Barça en el Wanda Metropolitano. Resistía el Atlético, que acariciaba otra victoria de prestigio, pero Luis Suárez cazó un centro de Sergi Roberto para evitar la primera derrota barcelonista en la Liga. El empate tuvo un valor mucho más simbólico que numérico para el cuadro azulgrana, liderado una vez más por un Messi inmenso.
El Barça debutó en el Wanda Metropolitano, pero muchas sensaciones fueron idénticas a las vividas en las últimas grandes citas del Calderón: dominio estéril azulgrana e inteligente reducción de los espacios por parte rojiblanca durante muchos minutos. Más intenso y clarividente en el primer acto, el equipo de Simeone penalizó a un Barça muy dubitativo con el gol de Saúl en el minuto 21. Hasta entonces, una ocasión inicial de Messi y dos acciones de Griezmann repelidas por Ter Stegen.
Valverde ya intuía un partido con muchos obstáculos y pobló el centro del campo con André Gomes. Priorizó el control al desborde, pero el Barça tuvo muchos problemas para conectar con Messi y Luis Suárez. La pizarra de Simeone, una vez más, fue un calvario para el grupo azulgrana.
DEULOFEU Y SERGI ROBERTO
El partido tenía muy mala pinta para el Barça y Valverde agitó a su equipo con la incorporación de Deulofeu por Iniesta y Sergi Roberto por Semedo. Apretaba el líder y reculaba el Atlético, sustentado por el buen orden defensivo y un inspirado Oblak. Messi, siempre Messi, apareció con tres destellos de calidad, pero el poste y el portero esloveno frustraron al crack argentino. Oblak también abortó un primer remate de Luis Suárez, pero el uruguayo no falló en su segundo remate.
El empate premió la persistencia del Barça y penalizó a un Atlético demasiado contemplativo. El equipo de Valverde sólo sumó un punto en el Wanda Metropolitano, pero tuvo el criterio y la actitud necesarios para evitar su primera derrota en la Liga. Al final, Suárez y Messi incluso pudieron darle la vuelta a un partido de alta intensidad que, tras un arranque muy dubitativo, supo corregir el líder.