Como si se tratara de pilotos de avión, los urólogos de la Fundació Puigvert practican las operaciones utilizando simuladores de realidad virtual. Estas máquinas “permiten una enseñanza limpia y seca, capaz de reproducir fielmente los procedimientos e intervenciones quirúrgicas”, señala el doctor Humberto Villavicencio, director del Servicio de Urología de la Fundació Puigvert y responsable de Urotraining Simulation.

Villavicencio, que además de urólogo tiene el título de piloto de aviones, destaca las ventajas de este tipo de formación por encima de las utilizadas anteriormente. "El entrenamiento en los simuladores permite, de igual manera que los pilotos en los simuladores de aviación, que el cirujano sea capaz de acortar el tiempo quirúrgico y minimizar sus errores", comenta el doctor.

Los principales usuarios de los simuladores son los residentes en el servicio de urología y los visitantes de otros hospitales que acuden a la Fundació Puigvert a formarse, pues es la primera y única entidad en el estado español que utiliza estas maquinas de realidad virtual en la enseñanza de la especialidad.

MINIMIZAR RIESGOS

Las máquinas sirven para que los residentes aprendan, pero también para que los cirujanos practiquen y mejoren su técnica. “Evitan que el profesional aprenda directamente del paciente, evitando riesgos y, sobre todo, aumentan la confianza del cirujano”, explica el doctor Villavicencio.

El doctor Humberto Villavicencio, director del Servicio de Urología /



FUNDACIÓ PUIGVERT

Desde la puesta en marcha de la iniciativa el pasado mes de marzo, 10 adjuntos y residentes del Servicio de Urología de la Fundación se han formado con estos dispositivo. Actualmente, unos 25 profesionales las utilizan y las tienen disponibles las 24 horas del día.

Concretamente, disponen de tres simuladores para la práctica de varias técnicas quirúrgicas: el UroMentor, para el aprendizaje de la endourología, el LapMentor, para laparoscopia, y el RobotixMentor, simulador de la cirugía robótica para prostatectomia radical y otras patologías.

PRÁCTICAS REALES

Con esta tecnología, la manipulación de los instrumentos es exactamente la misma que en una cirugía real pero sin riesgos. Además de simular operaciones reales, las maquinas permiten realizar juegos o pruebas encaminados a mejorar la destreza con los utensilios quirúrgicos. Ejercicios simples como sacar un aro de un palo con una pinza, pasarlo a la pinza que se sostiene con la otra mano e introducirlo en otro palo. Todo a través de unas gafas de realidad virtual.

Así se “evita que el profesional aprenda directamente del paciente, evitando riesgos y, sobre todo, se aumenta la confianza del cirujano”, añade Villavicencio.

Sala de prácticas de urología con simuladores / FUNDACIÓ PUIGVERT



Otro de los beneficios de esta tecnología es el ahorro económico que supone frente a los métodos utilizados anteriormente. Por ejemplo, la cirugía experimental con animales comporta un importante coste, pues además de los animales se ha de disponer de un equipo de veterinaria .

Además, según explica el Dr. Villavicencio, hay varios estudios que han demostrado que el factor que más influye en los resultados óptimos de la primera cirugía realizada son las horas de entrenamiento que los profesionales han invertido previamente en los simuladores.

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